NUESTRA DOCTRINA

PRIMERA PARTE DEL CATECISMO DE LA OCCLA SOBRE LA FE

Pregunta: ¿Qué es el Catecismo de La Old Catholic Church Of Latin American?

Respuesta: El Catecismo de La Old Catholic Church Of Latin American es la enseñanza en la fe Católica Antigua, para instruir a cada creyente a fin conocer desde nuestra Iglesia la excelencia a Dios.

P/: ¿Cuál es el significado de la palabra Catecismo?

R/: La palabra "catecismo" viene del griego κατηχισμός (katekhismos = instrucción oral) formada de: El prefijo κατα- (kata- = hacia abajo) como en cataclismo y catacumba. El verbo ηχεῖν (ekhein = resonar, hacer ruido, dar instrucciones en voz alta).

El catecismo es un libro doctrinario que existe en la religión católica, en él se establecen las bases de esta religión, indicando cuáles son sus ideales acerca de la fe, también se explica en este texto las tradiciones de la iglesia y cuál es el modo de actuar según su moral.

Libro que contiene la exposición concisa de la doctrina, de nuestra Iglesia en forma de preguntas y respuesta.

Ha sido usada desde los tiempos de los Apóstoles para dar el conocimiento elemental de la fe cristiana, necesaria a todo cristiano: "De este modo podrás verificar la solidez de la catequesis que has recibido" (Lucas 1:4); "Le habían enseñado algo del camino del Señor, y hablaba con mucho entusiasmo. Enseñaba en forma acertada lo referente a Jesús, aunque sólo se había quedado con el bautismo de Juan". (Hechos 18:25).

P/: ¿Qué es necesario para vivir la experiencia de Dios y para la salvación de nuestra alma?

R/: En primer lugar, conocer a Dios por medio de las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo, tener fe en Él y en su Trinidad. En segundo lugar, llevar una vida acorde con la fe y realizar buenas obras.

P/: ¿Por qué la fe es necesaria en primer término?

R/: Porque según el testimonio de la palabra de Dios: "Sin fe es imposible agradar a Dios" (Hebr. 11:6). También está la realidad, de que no se ama lo que no se conoce.

P/: ¿Por qué es inseparable la fe de las buenas obras?

R/: Porque según el testimonio de la Palabra de Dios: "La fe sin obras está muerta" [Santiago 2:20].

P/: ¿Qué es la fe?

R/: Es una Virtud teologal del cristianismo que consiste en creer en la palabra de Dios y en la doctrina de la Iglesia. De acuerdo con San Pablo: "La fe es aferrarse a lo que se espera, es la certeza de cosas que no se pueden ver" (Heb. 11:1). . Fe, es fidelidad.

P/: ¿Cuál es la diferencia entre conocimiento y fe?

R/: El conocimiento tiene por objeto las cosas materiales. La fe, tiene por objeto las cosas que son espirituales. El conocimiento está fundado en la experiencia y el raciocinio, en el análisis de un objeto físico. En cambio, la fe se basa en la confianza al testimonio de la verdad. El conocimiento pertenece propiamente al intelecto síquico y a la experimentación. La fe pertenece principalmente al espíritu, al alma, pese a que comienza en pensamientos.

P/: ¿Por qué es necesaria la fe además del conocimiento en la instrucción religiosa?

R/: Porque el objeto principal de esta instrucción es Dios invisible e incomprensible, y la Sabiduría de Dios oculta en un misterio. Consecuentemente, gran parte de esta enseñanza no se puede alcanzar mediante el conocimiento, pero se debe recibir mediante la fe. La fe, dice San Cirilo de Jerusalem, "es el ojo que ilumina toda conciencia y le da el conocimiento al hombre." Pues, como dice el profeta: "si ustedes no creen, no permanecerán" (Isaías 7:9).

P/: ¿Cómo se puede ilustrar más la necesidad de la fe?

R/: San Cirilo ilustra esa necesidad así: "No sólo entre nosotros llevamos el nombre de Cristo, no sólo para nosotros la fe es algo tan grande, sino que todo lo que es hecho en el mundo, incluso por personas desconectadas de la Iglesia, es hecho por fe. La agricultura está fundada en la fe. Porque nadie que no crea que obtendrá aumentados para sí los frutos de la tierra emprendería los trabajos de la siembra. Los marinos están guiados por la fe cuando se confían a un débil madero y prefieren la agitación de las aguas inestables a los estáticos elementos de la tierra. Se entregan a expectativas inciertas, y no retienen para sí mismos más que la fe en la que confían. ; confían más en la fe que en las anclas" (Cir. Cat. 5).

La Sagrada Biblia nos recuerda también:

"No sólo de pan vive el hombre, sino que vive de todo cuanto sale de la boca de Dios" (Dt 8,3).

La palabra de Dios es vida. Y si reconocemos bien, la principal necesidad del hombre es la vida, y ya hay uno que ha dicho "Yo soy la Vida" (Jn 14,6).

Así todo se ordena: desear la vida implica entonces desear al que nos la puede dar en plenitud, como escuchó la samaritana: "El que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna" (Jn 4, 14).

Para no caer en la rutina, en la mediocridad, en la tibieza, ni en la mezquindad, hemos de recordar que todo es posible al que tiene fe y pedir continuamente: "Creo, pero ayuda mi falta de fe" (Mc 9, 24).

La Revelación Divina

P/: ¿De dónde proviene la enseñanza de la Fe según la Vieja Doctrina?

R/: De la Revelación Divina.

P/: ¿Qué se entiende por Revelación Divina?

R/: La revelación divina consiste en revelar, descubrir o hacer algo obvio a través de comunicación activa o pasiva con Dios. Con la tradición judeocristiana la revelación puede originarse directamente a partir de Yahvéh o a través de los ángeles, como de un profeta o revelación una persona escogida con un fin determinado. Según J. F. Rowny, catedrático de la Universidad de California y presidente de la Academia Estadounidense de Religión, un término más propio y amplio para este tipo de encuentro sería místico, convirtiendo la persona que lo experimente en un místico. El encuentro de los profetas tendría un fin más concreto, con lo que todos los profetas serían místicos, pero no todos los místicos serían profetas.

Para nosotros los católicos la revelación es un acto de Dios por el cual se revela a los hombres, ya sea de manera natural o sobrenatural. La revelación natural es una manifestación a partir de la realidad del universo, la naturaleza, el mismo ser humano, o sea, toda la creación; el hombre puede, por analogía y con el solo uso de la luz natural de la razón, llegar al conocimiento y certeza de la existencia de un Dios creador. La revelación sobrenatural es una acción más específica y directa de Dios para manifestarse por una libre iniciativa suya de modo que trascienda las realidades naturales.

En el cristianismo la revelación divina sobrenatural consiste específicamente en las verdades teológicas transmitidas por la Sagrada Tradición y las Sagradas Escrituras. Según enseña la Iglesia Católica, el Magisterio de la Iglesia es el encargado de interpretar la Sagrada Escritura y la Sagrada Tradición, entendiendo estas últimas como un solo depósito de la fe. Otras iglesias cristianas difieren de este último punto.

P/: ¿Otorgó Dios esa revelación a todos los hombres?

R/: La revelación es para todos, porque la revelación es necesaria a todos por igual, y es capaz de llevar salvación a todos. Pero, dado que no todos los hombres pueden recibir inmediatamente la Revelación de Dios, Él empleó personas especiales como heraldos, para presentarla a todos los que desean recibirla.

P/: ¿Por qué no todos los hombres son capaces de recibir la Revelación directamente de Dios?

R/: Debido al pecado y a la fragilidad del cuerpo y del alma.

P/: ¿Quiénes fueron los heraldos de la Revelación Divina?

R/: Adán, Noé, Abraham, Moisés, Isaías, Jeremías y otros profetas recibieron y predicaron los Principios de la Revelación Divina; pero fue el Hijo de Dios encarnado, Nuestro Señor Jesucristo, quien la trajo a la tierra en toda su plenitud y perfección y la expandió por todo el mundo por medio de sus discípulos y apóstoles. El Apóstol San Pablo dice en el comienzo de su Epístola a los Hebreos: "En diversas ocasiones y bajo diferentes formas Dios habló a nuestros padres por medio de los profetas, hasta que en estos días, que son los últimos, nos habló a nosotros por medio del Hijo, a quien hizo destinatario de todo, ya que por él dispuso las edades del mundo."

El mismo Apóstol escribe a los Corintios: "Enseñamos el misterio de la sabiduría divina, el plan secreto que estableció Dios desde el principio para llevarnos a la gloria. Esta sabiduría no fue conocida por ninguna de las cabezas de este mundo, pues de haberla conocido, no habrían crucificado al Señor de la Gloria... Pero a nosotros nos lo reveló Dios por medio de su Espíritu, pues el Espíritu escudriña todo, hasta las profundidades de Dios." (1 Cor. 2:7-8 y 10). El Evangelista San Juan escribe: "Nadie ha visto a Dios jamás, pero Dios-Hijo único, él que está en el seno del Padre nos lo dio a conocer." (Juan 1:18). Jesucristo mismo dice: "Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo se lo quiera dar a conocer." (Mat. 11:27).

P/: ¿Entonces el hombre no puede tener ningún conocimiento de Dios sin una especial revelación de Él?

R/: El hombre puede tener cierto conocimiento de Dios contemplando las cosas que Él ha creado. Pero este conocimiento es imperfecto e insuficiente y puede servir solamente como preparación para la fe, o como una ayuda ante el conocimiento de Dios por su revelación. "Lo que Él es y que no podemos ver ha pasado a ser visible gracias a la creación del universo, y por sus obras captamos algo de su eternidad, de su poder y de su divinidad. De modo que no tienen disculpa." (Rom. 1:20). "Habiendo sacado de un solo tronco toda la raza humana, quiso que se estableciera sobre toda la faz de la tierra, y fijó para cada pueblo cierto lugar y cierto momento de la historia. Habían de buscar por sí mismos a Dios, aunque fuera a tientas: tal vez lo encontrarían. En realidad no está lejos de cada uno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como dijeron algunos poetas suyos: «Somos también del linaje de Dios." (Hechos 17: 26-28). Y "Con respecto a la fe en Dios, está precedida por la idea de que 'Dios Es'. Recibimos esta idea de las cosas que fueron creadas. Examinando atentamente la creación del mundo, percibimos que Dios es Omnisciente, Todopoderoso y Bueno. Percibimos también sus propiedades invisibles. Por esos medios lo reconocemos como Soberano Supremo. Viendo que Dios es el Creador del mundo entero y que nosotros formamos parte del mundo, se deduce que Dios es también nuestro Creador. De este conocimiento viene la fe, y de la fe viene la adoración" (San Basilio el Grande, Epístola 232).

P/: Cómo se realiza la Divina Revelación?

R/: La Divina Revelación se realiza de dos modos: con la transmisión viva, por las generaciones de fieles, de la Palabra de Dios (también llamada simplemente Tradición); y con la Sagrada Escritura, que es el mismo anuncio de la salvación puesto por escrito. ​Ambas conjuntamente se denominan el depósito de la fe.

Sobre la Sagrada Tradición y las Sagradas Escrituras

P/: ¿Cómo se difunde la Divina Revelación entre los hombres y cómo se preserva en la verdadera Iglesia?

R/: Por medio de: la Tradición y las Sagradas Escrituras.

P/: ¿Qué se entiende bajo el nombre de Sagrada Tradición?

R/: La Sagrada Tradición o Tradición apostólica (del latín traditio, entregar, de tradere) es, según la definición de la Iglesia católica, y la Iglesia ortodoxa, la parte de la Palabra revelada por Dios que no pasó a ser escrita en la Biblia pero que sigue viva en la Iglesia. Esa transmisión del mensaje de Cristo fue llevada a cabo, "desde los comienzos del cristianismo, por la predicación, el testimonio, y el culto. Los apóstoles transmitieron a sus sucesores, los obispos y, a través de éstos, a todas las generaciones hasta el fin de los tiempos todo lo que habían recibido de Cristo y aprendido del Espíritu Santo".

P/: ¿Hay algún depositario de la Sagrada Tradición?

R/: Todos los verdaderos creyentes unidos por la Sagrada Tradición de la fe, colectiva y sucesivamente, por la voluntad de Dios componen la Iglesia. Y la Iglesia es la segura depositaria de la Sagrada Tradición. Como expresa San Pablo: "La Iglesia del Dios viviente, el pilar y fundamento de la verdad" (1 Tim. 3:15).

San Ireneo escribe: "No debemos buscar entre otros la verdad que podemos obtener buscándola en la Iglesia. Porque en Ella, como en una rica Casa del Tesoro, los Apóstoles nos dejaron en su plenitud todo lo que pertenece a la verdad, de manera que quien la busque, reciba de Ella el alimento de vida. Ella es la puerta a la vida" (Adv. Haeres. T. 3 C. 4).

P/: ¿Qué son las llamadas Sagradas Escrituras?

R/: La Sagrada Escritura o Sagrada Biblia es la palabra de Dios escrita bajo la inspiración del Espíritu Santo. Comprende los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento.

P/: ¿Qué significa la palabra Biblia?

R/: La palabra Biblia procede, a través del latín biblĭa, de la expresión griega τὰ βιβλία τὰ ἅγια (ta biblia ta hágia; 'los libros sagrados'), acuñada por primera vez en el deuterocanónico 1 Macabeos 12:9,4​ donde βιβλία es el plural de βιβλίον (biblíon, 'papiro' o 'rollo' y, por extensión, 'libro').

Dicha expresión fue empleada por los hebreos helenizados (aquellos que habitaban en ciudades de habla griega) mucho tiempo antes del nacimiento de Jesús de Nazaret para referirse al Tanaj o Antiguo Testamento. Muchos años después empezó a ser utilizada por los cristianos para referirse al conjunto de libros que forman el Antiguo Testamento así como los Evangelios y las cartas apostólicas (es decir, el Nuevo Testamento). Por entonces ya era común utilizar únicamente el primer sintagma, τὰ βιβλία, a manera de título.

Ya como título, se empezó a utilizar en latín biblia sacra ('los libros sagrados'), sin artículo dado que este no existía en latín. Sin embargo, al ser Biblia un cultismo en latín acabó pasando de considerarse un neutro plural a un femenino singular («la sagrada Biblia»), entendiendo ya Biblia como el nombre propio de todo el conjunto. A través del latín se derivó a la gran mayoría de las lenguas modernas.

P/: ¿Qué es más antigua, la Sagrada Tradición o las Sagradas Escrituras?

R/: El más antiguo instrumento para difundir la Divina Revelación es la Sagrada Tradición. De Adán a Moisés no hubo libros sagrados. Nuestro Señor Jesucristo mismo dio su divina enseñanza y fundamentos a sus Apóstoles por la palabra y el ejemplo, y no por la escritura. El mismo método fue seguido por los Apóstoles al principio, cuando difundieron la fe y establecieron la Iglesia de Cristo. La necesidad de tradición es más evidente, si se entiende que los libros eran y son accesibles sólo a una pequeña parte de la humanidad, mientras que la tradición llega a todos.

P/: ¿Por qué, entonces, fueron dadas las Sagradas Escrituras?

R/: Para que la Sagrada Tradición sea preservada más exactamente y permanezca sin modificaciones. En las Sagradas Escrituras leemos las palabras de los Profetas y Apóstoles como si estuviesen vivos y las oyésemos de ellos mismos, a pesar de que los libros sagrados fueron escritos un milenio o varios cientos de años antes de la era Cristiana.

P/: ¿Debemos seguir la Sagrada Tradición incluso si poseemos las Sagradas Escrituras?

R/: Debemos seguir la Tradición que está de acuerdo con la Divina Revelación y con las Santas Escrituras, como nos lo expresan éstas. El Apóstol San Pablo dice: "Por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y guarden fielmente las tradiciones que les enseñamos de palabra o por carta." (2 Tes. 2:15).

P/: ¿Por qué la Tradición es necesaria en la actualidad?

R/: Como guía para la correcta comprensión de las Sagradas Escrituras, para la correcta administración de los Sacramentos y para preservar los sagrados ritos y ceremonias en la pureza de su institución original. San Basilio el Grande dice sobre esto lo siguiente: "Las enseñanzas y los mandamientos se conservan en la Iglesia. Algunas están y otras las recibimos por Tradición Apostólica. Todas tienen la misma fuerza mediante la devoción. Lo dicho no puede ser impugnado, aun por los que tienen poco conocimiento en las disposiciones de la Iglesia. Porque si rechazáramos las costumbres no escritas, como si tuvieran poca importancia, estaríamos, sin duda alguna, mutilando el Evangelio en lo más importante, o de lo contrario, de los sermones de los Apóstoles dejaríamos el nombre vacío.

Por ejemplo, en primer lugar mencionamos sobre lo más común: Para que los esperanzados en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo se signen a sí mismos con la señal de la Cruz, ¿quién lo enseño por escrito? ¿Qué escritura enseña a dirigirse a Oriente para rezar? Respecto a las Palabras para la transmutación del Pan Eucarístico y del Cáliz de las bendiciones, ¿cuál de los santos nos lo dejó por escrito? No nos conformamos con las palabras que el Apóstol dice y el Evangelio registra, sino que antes y después pronunciamos otras, de gran fuerza para el Sacramento, que hemos recibido por enseñanza no escrita. ¿En qué Escritura se nos habla sobre la forma en que debemos bendecir las aguas para el Bautismo, el aceite de la unción y a la persona misma que es bautizada? Por una tradición silenciosa y secreta. ¿Qué más? La práctica misma de ungir con aceite, la norma de la triple inmersión y el resto de las ceremonias del Bautismo, la renuncia a Satanás y sus ángeles, ¿de qué Escritura están tomadas? ¿No son acaso todas esas enseñanzas inéditas y privadas las que nuestros Padres conservaron, por medio del silencio, de la curiosidad y las disquisiciones profanas, habiendo sido instruidos en el principio de resguardar por el silencio la santidad de los misterios? ¿Por qué publicar por escrito la enseñanza referente a lo que no se les permite a los no bautizados siquiera ver?" (Can. 97, sobre el Espíritu Santo, cap. 27).

SEGUNDA PARTE DEL CATECISMO DE LA OCCLA SOBRE EL SÍMBOLO DE LA FE EN GENERAL Y SU ORIGEN.

P/: ¿Qué es el Símbolo de la fe?

R/: El símbolo de la fe, también llamado «profesión de fe» o «Credo», es una fórmula articulada con la que la Iglesia, desde sus orígenes, ha expresado sintéticamente la propia fe, y la ha transmitido con un lenguaje común y normativo para todos los fieles.

P/: Cuantos Símbolos de la fe se conocen?

R/: Los símbolos de la fe más importantes son: el Símbolo o Credo niceno-constantinopolitano, que es fruto de los dos primeros Concilios Ecuménicos de Nicea (325) y de Constantinopla (381), y el Símbolo o Credo de los Apóstoles, que es el antiguo símbolo bautismal de la Iglesia de Roma, y que sigue siendo aún hoy el símbolo común a todas las grandes Iglesias de Oriente y Occidente.

P/: ¿Cuáles son las palabras de dichas exposiciones?

R/: Son las siguientes:

Símbolo o Credo niceno-constantinopolitano

Creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible. Creemos en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los tiempos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día según las Escrituras, subió al cielo, y está sentado a la diestra de Dios Padre, de donde vendrá de nuevo con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin. Creemos en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los Profetas. Y en la Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostólica. Reconocemos un solo bautismo para el perdón de los pecados. Esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

Símbolo o Credo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

P/: ¿Quién redactó de esta manera la enseñanza de la fe?

R/: Los Padres del Primer y Segundo Concilios Ecuménicos.

P/: ¿Qué es un Concilio Ecuménico?

R/: Un concilio ecuménico es una asamblea celebrada por la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas con carácter general a la que son convocados todos los obispos para reconocer la verdad en materia de doctrina o de práctica y proclamarla. El término concilio proviene del latín concilium, que significa "asamblea". Ecuménico, proviene del latín oecumenicum, traducción a su vez del griego οἰκουμένoν, que significa (mundo) habitado.

La reunión de apóstoles y presbíteros​ celebrada en Jerusalén, hacia el año 50, no se cuenta como concilio ecuménico.​

Los concilios ecuménicos se numeran del I al XXI, y se dividen en dos grupos: griegos y latinos, según hayan tenido lugar en Oriente u Occidente. Los concilios griegos fueron convocados por los emperadores de la época que, generalmente, los presidieron. Los concilios latinos fueron convocados por los papas.

Los concilios de la Iglesia católica son convocados por el papa y presididos por él o por un delegado suyo, y en ellos habrá de estar representada una mayoría de los obispos de las provincias eclesiásticas. Para la validez de sus acuerdos es preciso, como condición sine qua non, la sanción del mismo papa.

P/: ¿Cuántos Concilios Ecuménicos hubo?

R/: Siete:

1º. de Nicea;

2º. de Constantinopla;

3º. de Efeso;

4º. de Calcedonia;

5º. segundo de Constantinopla;

6º. tercero de Constantinopla;

7º. segundo de Nicea.

P/: ¿De dónde viene la regla de reunir Concilios?

R/: Del ejemplo de los Apóstoles, que se reunieron en el Concilio en Jerusalem (Hechos 15). Esto está basado en las palabras de Jesucristo mismo, que dio a las decisiones de la Iglesia tal peso, que quien las desobedezca sea privado de la gracia, como pagano. El medio por el cual la Iglesia Ecuménica pronuncia sus decisiones es un Concilio Ecuménico. "Si se niega a escucharlos, informa a la asamblea. Si tampoco escucha a la iglesia, considéralo como un pagano o un publicano." (Mat. 18:17).

P/: ¿Por qué causas especiales se convocaron el Primer y Segundo Concilios Ecuménicos, en los cuales se compuso el Símbolo de la fe?

R/: El Primero se reunió para la confirmación de la verdadera enseñanza respecto del Hijo de Dios, contra la herejía de Arrio, que sostuvo una enseñanza errónea sobre el Hijo de Dios. El Segundo, para la confirmación de la verdadera enseñanza respecto del Espíritu Santo, contra Macedonio, que predicaba errores respecto del Espíritu Santo.

P/: ¿Hace mucho que se reunieron estos Concilios?

R/: El Primero se reunió en el año 325 d. C. y el Segundo en el 381 d. C.

SOBRE LOS ARTÍCULOS DEL SÍMBOLO DE LA FE

P/: ¿Cuántos y cuáles son los artículos de la fe?

R/: Los Artículos de la Fe, son doce:

El Primer artículo del Símbolo de la fe habla de Dios como primer origen, particularmente de la primera Persona de la Santísima Trinidad, Dios Padre, y Dios como Creador del mundo.

El Segundo, de la segunda Persona de la Santísima Trinidad, Jesucristo el Hijo de Dios.

El Tercer artículo, de la Encarnación del Hijo de Dios.

El Cuarto artículo, del sufrimiento y muerte de Jesucristo.

El Quinto artículo, de la Resurrección de Jesucristo.

El Sexto artículo, de la Ascensión de Jesucristo al cielo.

El Séptimo artículo, de la Segunda Venida de Jesucristo a la tierra.

El Octavo artículo, de la tercera Persona de la Santísima Trinidad, el Espíritu Santo.

El Noveno artículo, de la Iglesia.

El Décimo artículo, del Bautismo, en el cual están implicados también los otros Sacramentos.

El Undécimo artículo, de la futura Resurrección de los muertos.

El Duodécimo artículo, de la Vida Eterna.

Sobre el Primer artículo habla de Dios como primer origen, particularmente de la primera Persona de la Santísima Trinidad, Dios Padre, y Dios como Creador del mundo.

P/: ¿Qué es creer en Dios?

R/: Creer en Dios significa tener una viva creencia en su ser, sus atributos, sus obras, y recibir con todo el corazón su palabra revelada sobre la salvación del género humano; como también tener un comportamiento acorde a esa creencia.

P/: ¿Se puede demostrar por las Sagradas Escrituras que la fe en Dios consiste en esto?

R/: El Apóstol San Pablo escribe: "pero sin la fe es imposible agradarle, pues nadie se acerca a Dios si antes no cree que existe y que recompensa a los que lo buscan." (Heb. 11:6).

El mismo apóstol expresa el efecto de la fe en los cristianos en la siguiente oración por éstos a Dios: "Que él se digne, según la riqueza de su gloria, fortalecer en ustedes, por su Espíritu, al hombre interior. Que Cristo habite en sus corazones por la fe, que estén arraigados y edificados en el amor." (Efesios 3:16-17).

P/: ¿Cuál debe ser el efecto constante e inmediato de una sincera fe en Dios?

R/: La confesión de esta misma fe y nuestro comportamiento cotidiano.

P/: ¿Qué es la confesión de la fe?

R/: Es reconocer abiertamente que guardamos la fe cristiana antigua con sinceridad y firmeza; que ni las seducciones, ni las amenazas, ni las torturas, ni la muerte misma no pueden hacer abandonar nuestra fe en el verdadero Dios y en Nuestro Señor Jesucristo.

P/: ¿Por qué es necesaria la confesión de la fe?

R/: El Apóstol San Pablo testimonia que es necesaria para la salvación. "La fe del corazón te procura la "justicia", y tu boca, que lo proclama, te consigue la salvación." (Rom. 10:10).

P/: ¿Por qué es necesario para la salvación no sólo creer sino confesar la fe Cristiana Antigua?

R/: Porque si alguno, para preservar su vida temporal o sus bienes terrenales, deja de confesar la fe, muestra con ello que no tiene una verdadera fe en Dios el Salvador y en la vida bienaventurada que vendrá.

P/: ¿Por qué es necesario para la salvación la fe con obras?

R/: Porque como dice San Tiago: Hermanos, si uno dice que tiene fe, pero no viene con obras, ¿de qué le sirve? ¿Acaso lo salvará esa fe? Si un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse ni qué comer, y ustedes les dicen: «Que les vaya bien, caliéntense y aliméntense», sin darles lo necesario para el cuerpo, ¿de qué les sirve eso? Lo mismo ocurre con la fe: si no produce obras, es que está muerta." (Santiago 2:14-17)

P/: ¿Por qué nos enseñan las Sagradas Escrituras sobre la Unidad de Dios?

R/: Las palabras del Símbolo de la fe sobre este punto están tomadas del siguiente pasaje del Apóstol San Pablo: "Entonces, ¿se puede comer carne sacrificada a los ídolos? Sabemos que un ídolo no es nada en realidad y que no hay más Dios que el Único. Ciertamente la gente habla de dioses en el cielo o en la tierra, y en ese sentido hay muchos dioses y señores. Pero para nosotros hay un solo Dios, el Padre: todo viene de él y nosotros vamos hacia él. Y hay un solo Señor, Cristo Jesús: todo depende de él y de él dependemos nosotros." (1 Cor. 8:4-6). En este pasaje resalta también el amor a Dios... un amor excelente y único, que nos hace confiar (con-fe) totalmente en Él.

P/: ¿Podemos nosotros conocer la verdadera esencia de Dios?

R/: No. Está por encima de todo conocimiento del hombre. Es por eso, que nuestro acercamiento a Dios es exclusivamente por amor, no hay otra razón que eso.

P/: ¿Cómo hablan las Sagradas Escrituras de este punto?

R/: El Apóstol San Pablo dice que Dios es "Al único inmortal, al que habita en la luz inaccesible a quien ningún hombre ha visto ni puede ver, a él honor y poder por siempre jamás. ¡Amén!" (1 Tim. 6:16).

P/: ¿Qué idea de la esencia y de los atributos esenciales de Dios puede derivarse de la Revelación Divina?

R/: Que Dios es un Espíritu eterno, todo bueno, omnisciente, todo recto, todopoderoso, omnipresente, inmutable, todo satisfecho y todo bendito.

P/: ¿Se demuestra esto por las Sagradas Escrituras?

R/: Jesucristo mismo ha dicho que "Entonces serán verdaderos adoradores del Padre, tal como él mismo los quiere. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben adorarlo en espíritu y en verdad." (S. Juan 4:24).

De la eternidad de Dios, David dice: "Antes que nacieran las montañas y aparecieran la tierra y el mundo, tú ya eras Dios y lo eres para siempre" (Sal. 90 [89]:2).

En el Apocalipsis leemos la siguiente invocación a Dios: "Santo, santo, santo, es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, es y ha de venir." (Apoc. 4:8).

El Apóstol San Pablo dice que el Evangelio fue manifestado "Esta es decisión del Dios eterno, y todas las naciones tendrán que aceptar la fe." (Rom. 16:26).

Sobre la bondad de Dios, Jesucristo mismo dice: "Jesús contestó: «¿Por qué me preguntas sobre lo que es bueno? Uno solo es el Bueno. Pero si quieres entrar en la vida, cumple los mandamientos." (Mat. 19:17).

El Apóstol Juan dice: "Por nuestra parte, hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él. Dios es amor: el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él." (1 Juan 4:16).

David canta: "El Señor es ternura y compasión, paciente y lleno de amor. El Señor es bondad para con todos, sus ternuras están en todas sus obras." (Sal. 145 [144]: 8-9).

De la omnisciencia de Dios, el Apóstol San Juan Dice: "Pues si nuestra conciencia nos reprocha, pensemos que Dios es más grande que nuestra conciencia, y que lo conoce todo" (1 Juan 3:20).

El Apóstol San Pablo exclama: "¡Qué profunda es la riqueza, la sabiduría y la ciencia de Dios! ¿Cómo indagar sus decisiones o reconocer sus caminos!" (Rom. 11:33).

Sobre la recta justicia de Dios, David canta: "Porque Dios es recto y ama la verdad. Su rostro ve la verdad."

El Apóstol San Pablo dice: "El pagará a cada uno de acuerdo con sus obras. Dará vida eterna a quien haya seguido el camino de la gloria, del honor y la inmortalidad, siendo constante en hacer el bien; y en cambio habrá sentencia de reprobación para quienes no han seguido la verdad, sino más bien la injusticia. Habrá sufrimientos y angustias para todos los seres humanos que hayan hecho el mal, en primer lugar para el judío, y también para el griego. La gloria, en cambio, el honor y la paz serán para todos los que han hecho el bien, en primer lugar para el judío, y también para el griego, porque Dios no hace distinción de personas." (Rom. 2:6-11).

Sobre el poder de Dios, el Salmista dice: "pues él habló y todo fue creado, lo ordenó y las cosas existieron." (Sal. 33 [32]: 9).

El Arcángel dice en el Evangelio: "Para Dios, nada es imposible." (Lucas 1:37).

La omnipresencia de Dios la describe David así: "¿A dónde iré lejos de tu espíritu, a dónde huiré lejos de tu rostro? Si escalo los cielos, tú allí estás, si me acuesto entre los muertos, allí también estás. Si le pido las alas a la aurora para irme a la otra orilla del mar, también allá tú mano me conduce y me tiene tomado tu derecha. Si digo entonces: «¡Que me oculten, al menos, las tinieblas y la luz se haga noche sobre mí!» Mas para ti no son oscuras las tinieblas y la noche es luminosa como el día." (Sal. 139 [138]: 7-12).

El Apóstol Santiago dice: "son las cosas buenas y los dones perfectos los que proceden de lo alto y descienden del Padre que es luz; allí no retornan las noches ni pasan las sombras y tampoco necesita ser servido por manos humanas, pues ¿qué le hace falta al que da a todos la vida, el aliento y todo lo demás" (Hechos 17:25).

El mismo Apóstol llama a Dios: "A su debido tiempo Dios lo manifestará, el Bienaventurado y único Soberano, Rey de reyes y Señor de señores." (1 Tim. 6: 15).

P/: Si Dios es Espíritu, ¿cómo las Sagradas Escrituras le adscriben partes del cuerpo, como corazón, ojos, oídos y manos?

R/: Las Sagradas Escrituras siguen en esto el lenguaje común del hombre. Pero debemos entender dichas expresiones en un sentido más alto y espiritual. Por ejemplo, el corazón de Dios significa su bondad o amor. Los ojos y oídos significan su omnisciencia. Las manos, su poder.

P/: Si Dios está en todas partes, ¿por qué dicen las personas que Dios está en el cielo, o en el templo?

R/: Dios está en todas partes, pero en los cielos tiene una especial presencia manifestada en gloria eterna a los espíritus bienaventurados. En los templos tiene una especial, graciosa y misteriosa presencia, devotamente reconocida por los fieles, y manifestada muchas veces por signos extraordinarios.

Esto nos lleva a expresar que está presente en todas partes al mismo tiempo, o sea, omnipresente. Jesucristo dice: "Pues donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy yo, en medio de ellos." (Mat. 18:20).

P/: ¿Cómo deben entenderse las palabras del Símbolo de la fe: "Creo en el Único Dios Padre"?

R/: Esto debe entenderse con referencia al misterio de la Santísima Trinidad. Porque Dios es uno en sustancia, pero Trino en personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, la Trinidad consustancial e indivisible.

P/: ¿Cómo se habla de la Santísima Trinidad en las Sagradas Escrituras?

R/: Los principales textos del Nuevo Testamento sobre este punto, son los siguientes: "Por tanto, id y convertid a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (Mat. 28:19). "Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: El Padre, la Palabra y el Espíritu Santo; y éstos tres son uno" (1 Juan 5:7).

P/: ¿Está mencionada también la Santísima Trinidad en el Antiguo Testamento?

R/: Sí. Sólo que no tan claramente. Por ejemplo: "Por la palabra de Dios fueron hechos los cielos, y su ejército por el aliento de su boca" (Salmo 33 [32]: 6). "Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria" (Isaías 6:3).

P/: ¿Cómo es un Dios en tres Personas?

R/: No podemos comprender este misterio inherente a la Divinidad. Pero lo creemos en el infalible testimonio de la palabra de Dios. "Las cosas de Dios no las conoce el hombre, sino el Espíritu de Dios." (1 Cor. 2:11).

P/: ¿Qué diferencia hay entre las personas de la Santísima Trinidad?

R/: La diferencia consiste en que El Padre no nace ni procede de ninguna otra persona; el Hijo ha nacido del Padre en la eternidad y el Espíritu Santo, desde la eternidad, procede del Padre.

P/: ¿Las tres Hipóstasis o Personas de la Santísima Trinidad tienen igual dignidad?

R/: Sí. Todas de absolutamente igual Divina dignidad. El Padre es verdadero Dios, el Hijo es igualmente verdadero Dios y el Espíritu Santo es verdadero Dios también. Así, en tres Personas hay un sólo Dios tripersonal.

P/: ¿Por qué es llamado Dios Todopoderoso, Pantocrator?

R/: Porque Él contiene, en su poder y voluntad, todo lo que existe.

P/: ¿Qué significan las palabras del Símbolo de la fe: "Creador del cielo y de la tierra y de todo lo visible e invisible"?

R/: Esto significa que todo fue hecho por Dios, y que nada puede ser sin Dios.

P/: ¿Son tomadas estas palabras de las Sagradas Escrituras?

R/: Sí. El Libro del Génesis comienza así: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra." El Apóstol Pablo, hablando de Jesucristo, el Hijo de Dios, dice: "Por Él todo fue creado, lo que hay en los cielos y lo que hay en la tierra, visible e invisible, sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por Él y para Él" (Colos. 1:16).

P/: ¿Qué quiere decir en el Símbolo de la fe la palabra invisible?

R/: Se refiere al mundo invisible o espiritual, en el cual se encuentra Dios en su trinidad, y al cual pertenecen los Ángeles.

P/: ¿Qué son los Ángeles?

R/: Un ángel es un ser sobrenatural, inmaterial o espiritual presente en algunas religiones cuyos deberes son asistir y servir a Dios. Los ángeles son a menudo representados como mensajeros de Dios en la Biblia hebrea, Biblias cristianas y el Corán. Según las tres principales religiones monoteístas, los ángeles ejecutan los juicios de Dios y sirven a los creyentes. Desde este punto de vista, son normalmente considerados como criaturas de gran pureza destinadas en muchos casos a la protección de los seres humanos. En este sentido, en el catolicismo, se habla del ángel de la guarda o ángel custodio, que sería aquel que Dios tiene señalado a cada persona para protegerla. Por contraposición, también existe la figura del ángel caído, aquel que ha sido expulsado del cielo por desobedecer o rebelarse contra Dios. Los ángeles más conocidos en el cristianismo son: San Miguel, San Gabriel y San Rafael.

En el cristianismo medieval, el término ángel hace referencia a la categoría más inferior de las nueve, en que tradicionalmente se dividen los seres angélicos. La rama de la teología que se ocupa de los ángeles se denomina angelología.

P/: ¿Qué significa la palabra Ángel?

R/: En la Biblia se nos dice queun ángel es una criatura con capacidades y poderes sobrehumanos: "mientras los ángeles, superiores a ellos en fuerza y en poder, no se permiten ninguna acusación injuriosa en presencia del Señor". (2 Pedro 2:11). Los ángeles habitan en un nivel de existencia más elevado que el universo físico, una región espiritual que la Biblia llama cielo: "¿Podría Dios en realidad habitar en la tierra? ¡Si los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte, cuánto menos lo podrá esta Casa que he construido!" (1 Reyes 8:27); Y "porque yo he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado" (Juan 6:38). Por eso, en algunas ocasiones también se les llama espíritus: "Entonces el Espíritu se acercó y se puso delante de Yavé: Yo, dijo, lo engañaré. Yavé le preguntó: ¿Cómo lo harás?" (1 Reyes 22:21) Y "El inclinó los cielos y descendió, con una densa nube bajo sus pies."(Salmo 18:10). Que son mensajeros.

P/: ¿Por qué son llamados así?

R/: Porque Dios los envía para anunciar su Voluntad. Por ejemplo, Gabriel fue enviado para anunciar a la Santísima Doncella María la concepción del Salvador.

P/: ¿Qué fue creado primero, lo visible o lo invisible?

R/: Lo invisible fue creado antes que lo visible, y los Ángeles antes que el hombre.

P/: ¿Podemos encontrar algún testimonio de esto en las Sagradas Escrituras?

R/: En el Libro de Job, Dios mismo habla de la creación de la tierra así: "¿Quién puso su piedra angular? Cuando las estrellas fueron creadas, todos mis Ángeles me alababan con fuerte voz" (Job 38:6-7).

P/: ¿De dónde sale el nombre de Ángel Guardián?

R/: De las siguientes palabras de las Sagradas Escrituras: "pues a los ángeles les ha ordenado que te escolten en todos tus caminos" (Sal. 91 [90]:11).

P/: ¿Tiene cada uno de nosotros su Ángel Guardián?

R/: Sin duda. Podemos estar seguros de ello, por las siguientes palabras de Jesucristo: "Cuídense, no desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues yo se lo digo: sus ángeles en el Cielo contemplan sin cesar la cara de mi Padre del Cielo." (Mat. 18:10).

P/: ¿Son todos los Ángeles buenos o benefactores?

R/: No. Hay ángeles malos, llamados también diablos.

P/: ¿Cómo llegaron a ser malos?

R/: Fueron creados buenos, pero se apartaron de su obligación de perfecta obediencia a Dios, y así cayeron en malos sentimientos, orgullo y malicia. De acuerdo con las palabras del Apóstol Judas Tadeo: "Lo mismo hizo con los ángeles que no mantuvieron su dignidad y abandonaron su propia morada" (Judas 1:6).

P/: ¿Qué quiere decir el nombre diablo?

R/: Significa calumniador, seductor. Según el cristianismo, el Diablo es un ser sobrenatural maligno y tentador de los hombres. En el Nuevo Testamento se le identifica con el Satán hebreo del Libro de Job (1:6-8): "Un día, cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse ante Yavé, apareció también entre ellos Satán.

Yavé dijo a Satán: «¿De dónde vienes?» Satán respondió: «Vengo de la tierra, donde anduve dando mis vueltas.»" Yavé dijo a Satán: «¿No te has fijado en mi servidor Job? No hay nadie como él en la tierra. Es un hombre bueno y honrado, que teme a Dios y se aparta del mal."; con el Diablo del Evangelio de Mateo (4:8-10): "A continuación lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todas las naciones del mundo con todas sus grandezas y maravillas. Y le dijo: «Te daré todo esto si te arrodillas y me adoras. Jesús le dijo: «Aléjate, Satanás, porque dice la Escritura: Adorarás al Señor tu Dios, y a El sólo servirás.»"; con la serpiente del Génesis (3:1-5): "La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yavé Dios había hecho. Dijo a la mujer: «¿Es cierto que Dios les ha dicho: No coman de ninguno de los árboles del jardín?» La mujer respondió a la serpiente: «Podemos comer de los frutos de los árboles del jardín, pero no de ese árbol que está en medio del jardín, pues Dios nos ha dicho: No coman de él ni lo prueban siquiera, porque si lo hacen morirán.» La serpiente dijo a la mujer: «No es cierto que morirán. Es que Dios sabe muy bien que el día en que coman de él, se les abrirán a ustedes los ojos; entonces ustedes serán como dioses y conocerán lo que es bueno y lo que no lo es.»"; y con el gran dragón del Apocalipsis (12:9): "El dragón grande, la antigua serpiente, conocida como el Demonio o Satanás, fue expulsado; el seductor del mundo entero fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él."; todos como un solo personaje. También es el "Padre de la mentira" (Juan 8:44): "Ustedes tienen por padre al diablo y quieren realizar los malos deseos de su padre. Ha sido un homicida desde el principio, porque la verdad no está en él, y no se ha mantenido en la verdad. Lo que se le ocurre decir es mentira, porque es un mentiroso y padre de toda mentira."

P/: ¿Por qué a los ángeles malos se los llama diablos, es decir calumniadores o seductores?

R/: Porque ponen trampas a los hombres, buscando atraerlos malignamente para inspirarles falsas nociones y malos deseos. A propósito, sobre esto, hablando de los judíos escépticos, Jesucristo dice: "Ustedes tienen por padre al diablo y quieren realizar los malos deseos de su padre. Ha sido un homicida desde el principio, porque la verdad no está en él, y no se ha mantenido en la verdad. Lo que se le ocurre decir es mentira, porque es un mentiroso y padre de toda mentira." (Juan 8:44).

P/: ¿Qué nos revelaron las Sagradas Escrituras acerca de la creación del mundo?

R/: En el principio creó Dios los cielos y la tierra: y la tierra era sin forma y vacía. Después Dios sucesivamente produjo: en el primer día del mundo, la luz; en el segundo, el firmamento o cielo visible; en el tercero, la reunión de las aguas y la tierra, las tierras emergidas y lo que crece en ellas; en el cuarto, el sol, la luna y las estrellas; en el quinto, peces y aves; en el sexto, criaturas cuadrúpedas terrestres y al hombre. Con él finalizó la creación. "El día séptimo Dios tuvo terminado su trabajo, y descansó en ese día de todo lo que había hecho." (Gén 2:2). De aquí que el séptimo día se llamó sabbath, que en hebreo significa descanso.

P/: ¿Las criaturas visibles fueron creadas como las vemos hoy?

R/: No. En la creación todo era muy bueno, es decir, puro, hermoso y no agresivo.

P/: ¿Estamos informados de algo particular sobre la creación del hombre?

R/: Dios en la Santísima Trinidad dice: "Hagamos al hombre a Nuestra imagen y semejanza" (Gén. 1:26). Y Dios hizo el cuerpo del primer hombre, Adán, de la tierra. Sopló en su cara el aliento de la vida, lo llevó al Paraíso y le dio por alimento, además de los frutos del Paraíso, el fruto del árbol de la vida. Y finalmente, habiendo tomado una costilla de Adán mientras dormía, formó de ella la primera mujer, Eva (Gén. 2:22).

P/: ¿En qué consiste la imagen de Dios?

R/: Consiste, como está explicado por el Apóstol San Pablo, "en rectitud y santidad de la verdad" (Ef. 4:24).

P/: ¿Qué es el aliento de vida?

R/: Es el alma, una sustancia espiritual e inmortal.

P/: ¿Qué es el Paraíso?

R/: La palabra Paraíso significa Jardín. Es el nombre dado a la hermosa y dichosa primera morada del hombre, descripta en el Génesis como un jardín.

P/: ¿El Paraíso donde el hombre vivió inicialmente fue material o espiritual?

R/: Para el cuerpo del hombre el Paraíso era material, una morada visible y bienaventurada. Pero para el alma era espiritual, un estado de comunión con Dios por medio de la gracia y una contemplación espiritual de las criaturas (Greg. Theol., Serm. 38: 42; J. Damasc. Theol. libro 2, c. 12, v. 3).

P/: ¿Qué es el árbol de la vida?

R/: Un árbol del cual se nutría el hombre, y que lo libraba de la enfermedad y de la muerte.

P/: ¿Cómo se llama en la enseñanza de la fe el hecho de que Dios haya destinado al hombre para la eterna bienaventuranza?

R/: Se llama la Predestinación de Dios.

P/: ¿Permanece invariable la predestinación de Dios, ya que ahora el hombre no es bienaventurado?

R/: Sí. Permanece invariable. Porque Dios en su precognición e infinita misericordia, predestinó para el hombre apartado del camino de bienaventuranza, un nuevo camino de bienaventuranza, por su Hijo Unigénito Jesucristo. "En Cristo Dios nos eligió antes de la fundación del mundo, para estar en su presencia santos y sin mancha." palabras del Apóstol San Pablo (Ef. 1:4).

P/: ¿Cómo debemos entender la predestinación de Dios, con respecto a los hombres en general, y a cada uno en particular?

R/: Dios ha predestinado dar, y dio en realidad, a todos los hombres gracia y medios suficientes para alcanzar la bienaventuranza. Y a aquellos que reciben voluntariamente la gracia por Él dada, utilizan los medios de salvación por Él otorgados y van por el camino de la bienaventuranza por Él indicado, en particular los predestinó a la bienaventuranza.

P/: ¿Qué se dice de esto en la Palabra de Dios?

R/: "A los que de antemano conoció, también los predestinó a ser imagen y semejanza de su Hijo, a fin de que sea el primogénito en medio de numerosos hermanos." (Rom. 8:29).

P/: ¿Luego de la creación del mundo y del hombre, qué acción de Dios prosiguió en relación con el mundo y especialmente para con el hombre?

R/: La Divina Providencia.

P/: ¿Que es la Divina Providencia?

R/: La Divina Providencia es la constante acción del poder, sabiduría y bondad de Dios, por la cual Él preserva el ser y la fuerza de sus criaturas, los dirige a buen fin y los asiste en todo lo bueno. Y corta o corrige el mal que surge de apartarse del bien, y le hace producir buenos resultados.

P/: ¿Cómo hablan las Sagradas Escrituras de la Divina Providencia?

R/: Jesucristo mismo dice: "Fíjense en las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, no guardan alimentos en graneros, y sin embargo el Padre del Cielo, el Padre de ustedes, las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que las aves?" (Mat. 6:26).

De estas palabras se demuestra la providencia general de Dios sobre las criaturas y la providencia especial sobre el hombre. Todo el Salmo 91 [90] es una descripción de la providencia especial y manifiesta de Dios sobre el hombre. "SALMO 91 (90) Oración de la noche.-Oración del creyente que repite su certeza: Dios protege al que confía en él. Tú que habitas al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Omnipotente, dile al Señor: «Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo pongo mi confianza». Él te librará del lazo del cazador y del azote de la desgracia; te cubrirá con sus plumas y hallarás bajo sus alas un refugio. No temerás los miedos de la noche ni la flecha disparada de día, ni la peste que avanza en las tinieblas, ni la plaga que azota a pleno sol. Aunque caigan mil hombres a tu lado y diez mil, a tu derecha, tú estarás fuera de peligro: su lealtad será tu escudo y armadura. Basta que mires con tus ojos y verás cómo se le paga al impío. Pero tú dices: «Mi amparo es el Señor», tú has hecho del Altísimo tu asilo. La desgracia no te alcanzará ni la plaga se acercará a tu tienda: pues a los ángeles les ha ordenado que te escolten en todos tus caminos. En sus manos te habrán de sostener para que no tropiece tu pie en alguna piedra; andarás sobre víboras y leones y pisarás cachorros y dragones. «Pues a mí se acogió, lo libraré, lo protegeré, pues mi Nombre conoció. Si me invoca, yo le responderé, y en la angustia estaré junto a él, lo salvaré, le rendiré honores. Alargaré sus días como lo desea y haré que pueda ver mi salvación»."

Sobre el segundo artículo de la segunda persona de la Santísima Trinidad, Jesucristo El Hijo de Dios.

P/: ¿Cómo deben entenderse los nombres: Jesucristo, el Hijo de Dios?

R/: Hijo de Dios se llama la segunda Persona de la Santísima Trinidad con respecto a su Divinidad. Hijo de Dios fue llamado Jesús cuando nació en la tierra como hombre.

Cristo es el nombre dado por los Profetas, que esperaban su advenimiento sobre la tierra.

P/: ¿Qué significa el nombre Jesús?

R/: Salvador.

P/: ¿Por quién fue dado el nombre Jesús?

R/: Por el Arcángel Gabriel.

P/: ¿Por qué fue dado este nombre al Hijo de Dios en su nacimiento sobre la tierra?

R/: Porque nació para salvar al hombre.

P/: ¿Qué significa el nombre Cristo?

R/: Ungido.

P/: ¿De dónde viene este nombre Ungido?

R/: De la unción con santos óleos, por los cuales se otorgan los dones del Espíritu Santo.

P/: ¿Solamente Jesús, el Hijo de Dios se llama Ungido?

R/: No. En tiempos antiguos, Ungido era título de Reyes, Sumos Sacerdotes y Profetas.

P/: ¿Por qué entonces Jesús, el Hijo de Dios, es llamado el Ungido?

R/: Porque en su naturaleza humana poseyó todos los dones del Espíritu Santo, en su más alto grado: el conocimiento de Profeta, la santidad de Sumo Sacerdote y el poder de Rey.

P/: ¿En qué sentido se llama a Jesucristo, Señor?

R/: En el sentido que Él es verdadero Dios, porque Señor es uno de los nombres de Dios.

P/: ¿Qué dicen las Sagradas Escrituras sobre la Divinidad de Jesucristo, el Hijo de Dios?

R/: "En el principio era el Verbo (la Palabra), y el Verbo estaba ante Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1).

P/: ¿Por qué es llamado Jesucristo el Hijo Unigénito de Dios?

R/: Esto significa que Él solamente es el Hijo de Dios, nacido de la sustancia de Dios Padre y por ello es de una misma sustancia con Dios Padre; por lo tanto excede sin comparación a todos los santos ángeles y a todos los hombres santos, que son llamados hijos de Dios por la gracia: "pero a todos los que lo recibieron les dio capacidad para ser hijos de Dios. Al creer en su Nombre" (Juan 1:12).

P/: ¿Llaman las Sagradas Escrituras a Jesús Unigénito?

R/: Sí. Por ejemplo en las siguientes palabras del Evangelista Juan: "Y el Verbo se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre el Hijo único; en él todo era don amoroso y verdad." (Juan 1:14). "Nadie ha visto a Dios jamás, pero Dios-Hijo único, él que está en el seno del Padre nos lo dio a conocer." (íd. 1-18).

P/: ¿Por qué en el Símbolo de la fe está dicho que el Hijo de Dios es nacido del Padre?

R/: Con esto se describe la propiedad por la cual Él se diferencia de las otras personas de la Santísima Trinidad.

P/: ¿Para qué está escrito que Él es nacido antes de todos los siglos?

R/: Para que nadie piense que hubo algún momento en el cual Él no existió. De otra forma: con esto se explica que Jesucristo es también eterno Hijo de Dios, como eterno es Dios Padre.

P/: ¿Qué significan en el Símbolo de la fe las palabras "Luz de Luz"?

R/: Al igual que la luz visible, expresa un poco el inalcanzable nacimiento del Hijo de Dios del Padre. Por el sol vemos luz. De esta luz se genera la luz visible en todas partes, pero una y otra son la misma luz, indivisible y de una misma naturaleza; de la misma manera, Dios Padre es la Luz eterna "La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la impidieron."(Juan 1: 5). De Él nace el Hijo de Dios, que también es Luz eterna. Dios Padre y Dios Hijo son una misma y eterna Luz, indivisible y de una misma sustancia Divina.

P/: ¿Qué fuerza hay en las palabras del Símbolo de la fe "Dios verdadero de Dios verdadero"?

R/: Esto es que el Hijo de Dios es llamado Dios en el mismo y propio sentido que Dios Padre.

P/: ¿Son éstas palabras de las Sagradas Escrituras?

R/: Sí. Son tomadas del siguiente pasaje de San Juan el Teólogo: "Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al que es Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo; ahí tienen el Dios verdadero y la Vida eterna" (1 Juan 5: 20).

P/: ¿Por qué se agrega luego en el Símbolo de la fe que el Hijo de Dios es nacido, no creado?

R/: Esto fue hecho contra Arrio, que impíamente pensaba que el Hijo de Dios fue creado.

P/: ¿Qué significan las palabras: "consustancial con el Padre"?

R/: Significan que el Hijo de Dios es de una misma y divina sustancia con Dios Padre.

P/: ¿Cómo hablan las Sagradas Escrituras de esto?

R/: Jesucristo mismo habla de Sí y de Dios Padre de esta forma: "Yo y el Padre somos una sola cosa." (Juan 10:30).

P/: ¿Qué se demuestra por las siguientes palabras del Símbolo de la fe: "por quien todo fue hecho las cosas"?

R/: Que Dios Padre creó todas las cosas por medio de su Hijo, su eterna Sabiduría y su eterna Palabra. "Por él se hizo todo, y nada llegó a ser sin él." (Juan 1:3).

Sobre el tercer artículo, de la encarnación del Hijo de Dios.

P/: ¿De quién se dice en el Símbolo de la fe que descendió de los cielos?

R/: Del Hijo de Dios.

P/: ¿Cómo descendió de los cielos siendo que Dios está en todas partes?

R/: Es verdad que está en todas partes, en la tierra y en el cielo; pero en la tierra Él era antes invisible y luego apareció en cuerpo. En este sentido se dice que descendió de los cielos.

P/: ¿Qué dicen las Sagradas Escrituras respecto de esto?

R/: He aquí las propias palabras de Jesucristo: "Sin embargo, nadie ha subido al Cielo sino sólo el que ha bajado del Cielo, el Hijo del Hombre." (Juan 3:13).

P/: ¿Para qué descendió de los cielos el Hijo de Dios?

R/: Por nosotros los hombres y para nuestra salvación, como dice el Símbolo de la fe.

P/: ¿En qué sentido se dice que el Hijo de Dios descendió de los cielos por nosotros los hombres?

R/: En el sentido de que vino a la tierra no para una nación ni para algunos hombres solamente, sino para todos.

P/: ¿A salvarnos de qué vino el Hijo de Dios a la tierra?

R/: Del pecado, de la maldición y de la muerte.

P/: ¿Qué es el pecado?

R/: La transgresión de la Ley. "No se puede pecar sin quebrantar la ley; todo pecado es rebeldía" (1 Juan 3:4).

P/: ¿De dónde le viene el pecado al hombre, visto que éste fue creado a imagen de Dios, y Dios no puede pecar?

R/: Del diablo. "En cambio quienes pecan son del Diablo, pues el Diablo peca desde el principio. Por esto se ha manifestado el Hijo de Dios: para deshacer las obras del Diablo" (1 Juan 3:8).

P/: ¿Quedó entonces al hombre alguna esperanza de salvación?

R/: Cuando nuestros primeros padres confesaron ante Dios su pecado, Dios, en su misericordia, les dio una esperanza de salvación.

P/: ¿En qué consiste esta esperanza?

R/: Dios prometió que "Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza mientras tú herirás su talón" (Gén. 3:15).

P/: ¿Qué significa esto?

R/: Que Jesucristo vencería al diablo que tentó al hombre, y libraría al hombre del pecado, de la maldición y de la muerte.

P/: ¿Por qué Jesucristo es llamado la simiente de la mujer?

R/: Porque nació en la tierra sin hombre, de la Santísima Virgen María.

P/: ¿Qué beneficio hubo en esta promesa?

R/: Que desde el tiempo de la promesa, el hombre podía creer en el Salvador que iba a venir, como ahora nosotros creemos que el Salvador ha venido.

P/: ¿Creía realmente la gente, en los tiempos antiguos, que iba a venir un Salvador?

R/: Algunos sí, pero la mayor parte olvidaron la promesa de Dios sobre un Salvador.

P/: ¿Repitió Dios su promesa?

R/: Muchas veces. Por ejemplo, hizo a Abraham la promesa sobre el Salvador en las siguientes palabras: "Y porque has obedecido a mi voz, todos los pueblos de la tierra serán bendecidos a través de tu descendencia." (Gén. 22:18). La misma promesa la repitió a David en las siguientes palabras: "Cuando tus días hayan concluido y te acuestes con tus padres, levantaré después de ti a tu descendiente, al que brota de tus entrañas, y afirmaré su realeza. El me construirá una casa y yo, por mi parte, afirmaré su trono real para siempre. Seré para él un padre y él será para mí un hijo; si hace el mal lo corregiré como lo hacen los hombres, lo castigaré a la manera humana. Pero no me apartaré de él así como me aparté de Saúl y lo eché de mi presencia" (2 Samuel 7:12-15).

P/: ¿Qué debemos entender por la palabra Encarnación?

R/: Que el Hijo de Dios tomó para Sí cuerpo humano, sin pecado, y se hizo Hombre sin dejar de ser Dios.

P/: ¿De dónde se tomó la palabra Encarnación?

R/: De las palabras del Evangelista San Juan: "Y el Verbo se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre el Hijo único; en él todo era don amoroso y verdad" (Juan 1:14).

P/: ¿Por qué el Símbolo de la fe, después que se dice que el Hijo de Dios fue encarnado, se agrega que se hizo Hombre?

R/: Para que nadie pueda imaginar que el Hijo de Dios tomó solamente una carne y cuerpo, sino que se reconozca en Él un Hombre perfecto e integrado en cuerpo y alma.

P/: ¿Tenemos de éste algún testimonio en las Sagradas Escrituras?

R/: El Apóstol San Pablo escribe: "Dios es único, y único también es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús." (1 Tim. 2:5).

P/: ¿Entonces hay una sola naturaleza en Cristo?

R/: No, en Él hay, sin separación y sin confusión, dos naturalezas: la divina y la humana.

P/: ¿No hay, entonces, dos personas?

R/: Hay una persona, Dios y Hombre a la vez. En una palabra, un Dios Hombre.

P/: ¿Qué dicen las Sagradas Escrituras sobre la Encarnación del Hijo de Dios por el Espíritu Santo, de la Virgen María?

R/: El Evangelista San Lucas relata que cuando la Virgen María preguntó al Ángel que le anunció la concepción de Jesús "María entonces dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen? Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:34-35).

P/: ¿Quién era la Virgen María?

R/: Una Santa Doncella del linaje de Abraham y de David, de cuya estirpe el Salvador habría de venir por la promesa de Dios. Estaba comprometida con José, un hombre del mismo tronco familiar, para que él fuese su guardián, pues Ella estaba dedicada a Dios con un voto de perpetua virginidad.

P/: ¿Permaneció María siempre Virgen?

R/: Permaneció y permanece siempre Virgen, antes del parto, durante el parto y después del parto del Salvador; y por ello es llamada la siempre Virgen.

P/: ¿Con qué otro gran título honra la Antigua Doctrina a la Santísima Virgen María?

R/: Con el de Madre de Dios.

P/: ¿Puede demostrarse el origen de este título por las Sagradas Escrituras?

R/: Está tomado de las siguientes palabras del Profeta Isaías: "El Señor, pues, les dará esta señal: La joven está embarazada y da a luz un varón a quien le pone el nombre de Emmanuel, es decir: Dios-con-nosotros." (Isaías 7:14); "La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa: Dios-con-nosotros." (Mateo 1:23). Así también la recta Elizabeth llama a la Santísima Virgen como Madre del Señor, es decir la Madre de Dios: "¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor?" (Lucas 1:43).

P/: ¿En qué sentido es llamada la Santísima Virgen como Madre de Dios?

R/: Pese a que Jesucristo nació de Ella no en su Divinidad, que es eterna sino en humanidad, ella es justamente llamada Madre de Dios; porque el que nació de ella era ambas cosas en la concepción misma (Dios y Hombre), y en su nacimiento carnal de ella, era Verdadero Dios.

P/: ¿Qué debemos pensar sobre la dignidad de la Santísima Virgen María?

R/: Como Madre del Señor, ella excede a toda criatura en gracia y cercanía a Dios, y no sólo en dignidad. Por ello, la Santa Iglesia Primitiva la honra mucho más que a los Querubines y los Serafines.

P/: ¿Qué otro argumento existe para remarcar el nacimiento de Jesucristo de la Santísima Virgen María?

R/: Que ese nacimiento fue perfectamente santo y exento de pecado, y sin dolor (J. Da-masc. Teólog. libro 4, cap. 14, 6.).

P/: ¿Qué providencia preparó Dios para que la humanidad conociese el nacimiento del Salvador?

R/: Hubo muchas predicciones exactas sobre las circunstancias de su nacimiento y vida sobre la tierra. Por ejemplo, el Profeta Isaías predijo que el Salvador nacería de una doncella "El Señor, pues, les dará esta señal: La joven está embarazada y da a luz un varón a quien le pone el nombre de Emmanuel, es decir: Dios-con-nosotros."(Is. 7:14). El Profeta Miqueas predijo que el Salvador iba a nacer en Belén. Y esto lo comprendieron los judíos aun antes de que se enterasen de su cumplimiento. "Pero tú, Belén Efrata, aunque eres la más pequeña entre todos los pueblos de Judá, tú me darás a aquel que debe gobernar a Israel: su origen se pierde en el pasado, en épocas antiguas. Por eso, si Yavé los abandona es sólo por un tiempo, hasta que aquella que debe dar a luz tenga su hijo. Entonces el resto de sus hermanos volverá a Israel. Él se mantendrá a pie firme y guiará su rebaño con la autoridad de Yavé, para gloria del Nombre de su Dios; vivirán seguros, pues su poder llegará hasta los confines de la tierra. El mismo será su paz. Cuando Asiria invada nuestra tierra y pise nuestro suelo, le opondremos siete pastores, ocho de nuestros jefes."(Miqueas 5:1-4) y, "Reunió de inmediato a los sumos sacerdotes y a los que enseñaban la Ley al pueblo, y les hizo precisar dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: «En Belén de Judá, pues así lo escribió el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en absoluto la más pequeña entre los pueblos de Judá, porque de ti saldrá un jefe, el que apacentará a mi pueblo, Israel." (Mateo 2:4-6). El Profeta Malaquías, después de la construcción del segundo templo de Jerusalem, profetizó que la venida del Salvador estaba cerca, y que Él vendría a este templo, y que antes que Él sería enviado un Precursor semejante al Profeta Elías, entendiéndose éste como claramente referido a San Juan Bautista. "Estoy para enviar a mi mensajero, al que despejará el camino delante de mí; pues pronto entrará en su santuario el Señor que ustedes piden. Fíjense que ya llega el mensajero de la alianza que ustedes tanto desean, dice Yavé de los ejércitos" (Mal. 3:1 y 4:5). El Profeta Zacarías predijo la entrada triunfal del Salvador en Jerusalem. "Salta, llena de gozo, oh hija de Sión, lanza gritos de alegría, hija de Jerusalén. Pues tu rey viene hacia ti; él es santo y victorioso, humilde, y va montado sobre un burro, sobre el hijo pequeño de una burra."(Zac. 9:9). El Profeta Isaías, con maravillosa claridad, predijo los sufrimientos del Salvador. "Despreciado por los hombres y marginado, hombre de dolores y familiarizado con el sufrimiento, semejante a aquellos a los que se les vuelve la cara, no contaba para nada y no hemos hecho caso de él. Sin embargo, eran nuestras dolencias las que él llevaba, eran nuestros dolores los que le pesaban. Nosotros lo creíamos azotado por Dios, castigado y humillado, y eran nuestras faltas por las que era destruido nuestros pecados, por los que era aplastado. El soportó el castigo que nos trae la paz y por sus llagas hemos sido sanados. Todos andábamos como ovejas errantes, cada cual seguía su propio camino, y Yavé descargó sobre él la culpa de todos nosotros. Fue maltratado y él se humilló y no dijo nada, fue llevado cual cordero al matadero, como una oveja que permanece muda cuando la esquilan. Fue detenido, enjuiciado y eliminado ¿y quién ha pensado en su suerte? Pues ha sido arrancado del mundo de los vivos y herido de muerte por los crímenes de su pueblo. Fue sepultado junto a los malhechores y su tumba quedó junto a los ricos, a pesar de que nunca cometió una violencia ni nunca salió una mentira de su boca. Quiso Yavé destrozarlo con padecimientos, y él ofreció su vida como sacrificio por el pecado. Por esto verá a sus descendientes y tendrá larga vida, y el proyecto de Dios prosperará en sus manos. Después de las amarguras que haya padecido su alma, gozará del pleno conocimiento. El Justo, mi servidor, hará una multitud de justos, después de cargar con sus deudas. Por eso, le daré en herencia muchedumbres y lo contaré entre los grandes, porque se ha negado a sí mismo hasta la muerte y ha sido contado entre los pecadores, cuando llevaba sobre sí los pecados de muchos e intercedía por los pecadores."(Is. 53:3-12). David: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me abandonaste? ¡Las palabras que lanzo no me salvan! Mi Dios, de día llamo y no me atiendes, de noche, mas no encuentro mi reposo. Tú, sin embargo, estás en el Santuario, de allí sube hasta ti la alabanza de Israel. En ti nuestros padres esperaron, esperaban y tú los liberabas. A ti clamaban y quedaban libres, su espera puesta en ti no fue fallida. Mas yo soy un gusano y ya no un hombre; los hombres de mí tienen vergüenza y el pueblo me desprecia. Todos los que me ven, de mí se burlan, hacen muecas y mueven la cabeza: ¡Confía en el Señor, pues que lo libre, que lo salve si le tiene aprecio! Me has sacado del vientre de mi madre, me has confiado a sus pechos maternales. Me entregaron a ti apenas nacido; tú eres mi Dios desde el seno materno. No te alejes de mí, que la angustia está cerca, y no hay nadie que pueda ayudarme. Me rodean novillos numerosos y me cercan los toros de Basán. Amenazándome abren sus hocicos como leones que desgarran y rugen. Yo soy como el arroyo que se escurre; todos mis huesos se han descoyuntado; mi corazón se ha vuelto como cera, dentro mis entrañas se derriten. Mi garganta está seca como teja, y al paladar mi lengua está pegada: ya están para echarme a la sepultura. Como perros de presa me rodean, me acorrala una banda de malvados. Han lastimado mis manos y mis pies. Con tanto mirarme y observarme pudieron contar todos mis huesos. Reparten entre sí mis vestiduras y mi túnica la tiran a la suerte. Pero tú, Señor, no te quedes lejos; ¡fuerza mía, corre a socorrerme! Libra tú de la espada mi alma, de las garras del can salva mi vida. Sálvame de la boca del león, y de los cuernos del toro lo poco que soy. Yo hablaré de tu Nombre a mis hermanos, te alabaré también en la asamblea. Alaben al Señor sus servidores, todo el linaje de Jacob lo aclame, toda la raza de Israel lo tema; porque no ha despreciado ni ha desdeñado al pobre en su miseria, no le ha vuelto la cara y a sus invocaciones le hizo caso. Para ti mi alabanza en la asamblea, mis votos cumpliré ante su vista. Los pobres comerán hasta saciarse, alabarán a Dios los que lo buscan: ¡vivan sus corazones para siempre! De Dios se acordará toda la tierra y a él se volverá; todos los pueblos, razas y naciones ante él se postrarán. ¡Rey es Dios, Señor de las naciones! Todo mortal honor le rendirá, se agacharán al verlo los que al sepulcro van. Para Dios será sólo mi existencia. Lo servirán mis hijos, hablarán del Señor a los que vengan, al pueblo que va a nacer: Que es justo, les dirán. Tal es su obra." (Salmo 22 [21], describe los sufrimientos del Salvador en la Cruz con tanta exactitud como si lo hubiera escrito al pie de la Cruz misma. Y Daniel, 490 años antes de Jesucristo, predijo la aparición del Salvador, su muerte en la Cruz y la subsecuente destrucción del Templo y de Jerusalem, y la abolición de los sacrificios del Antiguo Testamento : "Era el primer año de Darío, hijo de Artajerjes, el Medo, que reinó en el reino de los Caldeos. Ese primer año de su reinado, yo, Daniel, estudiaba las Escrituras y sacaba la cuenta de esos setenta años que debían pasar sobre Jerusalén en ruinas, como le fue revelado al profeta Jeremías. Volví mi mirada hacia el Señor Dios para invocarlo en la oración y suplicarle por medio del ayuno, la penitencia y la ceniza. Le supliqué a Yavé, mi Dios, y le hice esta confesión: «¡Ah, mi Señor, Dios grande y temible, que conservas la alianza y tu misericordia con los que te aman y observan tus mandamientos! Pecamos, cometimos injusticias, fuimos infieles, nos rebelamos; nos apartamos de tus mandamientos y de tus leyes. No hicimos caso a tus servidores los profetas que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros jefes y a nuestros padres, como también a toda la nación. Tú, Señor, has sido justo y nosotros sólo tenemos derecho a la vergüenza como en ese día, nosotros, la gente de Judá, los habitantes de Jerusalén y todo Israel, estemos cerca o lejos en todos los países donde nos dispersaste por culpa de las infidelidades que cometimos contra ti. Oh Yavé, la vergüenza sea para nosotros, para nuestros reyes, nuestros jefes y nuestros padres, porque pecamos contra ti. Que el Señor nuestro Dios tenga misericordia y nos perdone, porque nos rebelamos contra él. No obedecimos a Yavé nuestro Dios, no caminamos según sus leyes que puso delante de nosotros por medio de sus servidores los profetas. Todo Israel desobedeció a tu Ley y se apartó de tu palabra; por eso cayeron sobre nosotros la maldición y las amenazas que están escritas en la Ley de Moisés, servidor de Dios, porque habíamos pecado contra ti. Yavé cumplió las palabras que había pronunciado contra nosotros y contra los jefes que nos gobernaban. Hizo que cayera sobre nosotros una terrible desgracia; nunca se había visto bajo el cielo lo que pasó en Jerusalén. Cayó sobre nosotros la desgracia, como está escrito en la Ley de Moisés, pero no apaciguamos a Yavé nuestro Dios, renunciando a nuestra mala conducta y prestando atención a su verdad. Yavé fue quien previó esa desgracia y la dejó caer sobre nosotros, porque Yavé es justo en todo lo que hace: no habíamos escuchado su voz. Señor nuestro Dios, cuya fama es eterna, tú que con mano poderosa hiciste salir a tu pueblo del país de Egipto, contra ti pecamos y nos rebelamos. Señor, en tu gran bondad, aparta tu cólera y tu furor de Jerusalén, tu ciudad, y de tu montaña santa, pues por culpa de nuestros pecados y de los pecados de nuestros padres Jerusalén y tu pueblo son motivo de burla de parte de todos los que nos rodean. Escucha pues, tú, nuestro Dios, la oración de tu servidor y su súplica. Por tu honor, Señor, haz que brille tu rostro sobre tu santuario en ruinas. Pon atención, oh Dios mío, escucha, abre tus ojos, mira nuestra ruina y la ciudad sobre la cual ha sido pronunciado tu Nombre. Te lo suplicamos; no esperamos nada de nuestros méritos, sino que confiamos en tu gran misericordia. Escucha, Señor, perdona, Señor, mira, Señor. Actúa, oh mi Dios, no tardes, por amor de ti mismo, porque tu ciudad y tu pueblo son llamados por tu nombre". (Daniel 9).

P/: ¿Reconocieron en realidad los hombres a Jesucristo como el Salvador en la época que nació y vivió en la tierra?

R/: Muchos lo reconocieron, y de varias maneras. Los sabios de Oriente lo reconocieron por la estrella que apareció en Oriente antes de su nacimiento. Los pastores de Belén lo supieron por los ángeles, que dijeron que el Salvador había nacido en la ciudad de David. Simeón y Ana, por revelación especial del Espíritu Santo, lo conocieron cuando Él fue llevado al Templo, cuarenta días después de su nacimiento. San Juan Bautista, al bautizarlo en el río Jordán, lo reconoció por revelación, por el descenso del Espíritu Santo sobre el Salvador, en forma de paloma, y por la voz de Dios Padre que provino del cielo: "Al mismo tiempo se oyó una voz del cielo que decía: «Este es mi Hijo, el Amado; en él me complazco" (Mat. 3:17). Una voz semejante fue oída por los Apóstoles Pedro, Santiago y Juan durante la Transfiguración: "En eso se formó una nube que los cubrió con su sombra, y desde la nube llegaron estas palabras: Este es mi Hijo, el Amado, escúchenlo." (Marcos 9:7). Además, muchos lo reconocieron por la excelencia de su enseñanza y especialmente por los milagros que obró.

P/: ¿Qué milagros obró Jesucristo?

R/: Curó personas poseídas por demonios y a enfermos incurables, por una simple mirada suya, por una palabra, o por el toque de su mano, e incluso fueron curadas al tocar ellos su ropa. Una vez con cinco y otra vez con siete panes, alimentó en el desierto a varios miles de personas. Caminó sobre las aguas y con una palabra calmó la tormenta. Resucitó a los muertos: al hijo de la viuda de Naín, a la hija de Jairo y a Lázaro al cuarto día después de su muerte.

P/: ¿En qué forma efectuó el Hijo de Dios nuestra salvación?

R/: Por su enseñanza, su vida, su muerte y su resurrección.

P/: ¿Cuál era la enseñanza de Cristo?

R/: El Evangelio del reino de Dios, o, en otras palabras, la enseñanza de la salvación y bienaventuranza eterna, la misma que es profesada en la Old Catholic Church Of Latin American "Después de que tomaron preso a Juan, Jesús fue a Galilea y empezó a proclamar la Buena Nueva de Dios. Decía: El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca. Renuncien a su mal camino y crean en la Buena Nueva." (Marcos 1:14-15).

P/: ¿Cómo tenemos salvación por la enseñanza de Cristo?

R/: Cuando la recibimos con todo nuestro corazón, y actuamos de acuerdo con ella. Porque así como las palabras mentirosas del diablo recibidas por nuestros ancestros, se convirtieron en ellos en semilla del pecado y la muerte, por el contrario la verdadera Palabra de Cristo, recibida de corazón por los cristianos, se convierte en ellos en semilla de vida santa e inmortal. En las palabras del Apóstol San Pedro: "ya que han nacido esta vez, no de semilla corruptible, sino de la palabra incorruptible del Dios que vive y permanece." (1 Pedro 1:23)

P/: ¿De qué manera es salvadora para nosotros la vida de Cristo?

R/: Imitándola. Porque Él dice: "El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Y al que me sirve, el Padre le dará un puesto de honor." (Juan 12:26).

El cuarto artículo, del sufrimiento y muerte de Jesucristo.

P/: ¿Cómo ocurrió que Jesucristo fue crucificado siendo que sus enseñanzas y sus obras debían haber impulsado a los hombres a reverenciarlo?

R/: Los jefes de los judíos y los escribas lo odiaban, porque Él rebatía sus falsas enseñanzas y sus malas vidas. Y le envidiaban, porque el pueblo que escuchaba sus enseñanzas y veía obrar sus milagros, lo estimaba más que a ellos. Por ello lo acusaron falsamente y lo condenaron a muerte. Fue muerto, solo porque no le amaban.

P/: ¿Por qué se dice que Jesucristo fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato?

R/: Para indicar en qué momento histórico fue crucificado.

P/: ¿Quién fue Poncio Pilato?

R/: El gobernador romano de Judea, que estaba sujeta al Imperio Romano.

P/: ¿Por qué es digna de remarcarse esta circunstancia?

R/: Porque en ella vemos el cumplimiento de la profecía de Jacob: "El cetro no será arrebatado de Judá ni el bastón de mando de entre sus piernas hasta que venga aquel a quien le pertenece y a quien obedecerán los pueblos" (Gén. 49:10).

P/: ¿Por qué no se dice solamente en el Símbolo de la fe que Jesucristo fue crucificado, sino que también sufrió?

R/: Para mostrar que su crucifixión no fue sólo una apariencia de sufrimiento y muerte, como dicen algunos herejes, sino un real sufrimiento y muerte.

P/: ¿Por qué se menciona también que fue sepultado?

R/: Esto también es para reafirmarnos que realmente murió y que resucitó, pues sus enemigos pusieron una guardia ante su sepulcro y lo sellaron herméticamente.

P/: ¿Cómo pudo Jesucristo sufrir y morir, siendo Dios?

R/: Sufrió y murió, no en su Divinidad, sino en su humanidad. Y esto no porque no pudiese evitarlo, sino porque quiso sufrir. Él mismo dijo: "El Padre me ama porque yo doy mi vida para retomarla de nuevo. Nadie me la quita, sino que yo mismo la entrego. En mis manos está el entregarla y el recobrarla: éste es el mandato que recibí de mi Padre." (Juan 10: 17-18).

P/: ¿En qué sentido se dice que Jesucristo fue crucificado para y por nosotros?

R/: En el sentido de que, por su muerte en la Cruz, nos libró del pecado, la maldición y la muerte.

P/: ¿Cómo hablan las Sagradas Escrituras de esta liberación?

R/: Se refieren a la liberación del pecado: "En él y por su sangre fuimos rescatados, y se nos dio el perdón de los pecados, fruto de su generosidad inmensa." (Efes. 1:7). Se refieren, asimismo, a la liberación de la maldición: "Pero Cristo nos ha rescatado de la maldición de la Ley, al hacerse maldición por nosotros, como dice la Escritura: Maldito todo el que está colgado de un madero" (Gál. 3:13). Y a la liberación de la muerte: "Puesto que esos hijos son de carne y sangre, Jesús también compartió esta misma condición y, al morir, le quitó su poder al que reinaba por medio de la muerte, es decir, al diablo. De este modo liberó a los hombres que, por miedo a la muerte, se pasan la vida como esclavos." (Hebr. 2: 14-15).

P/: ¿De qué manera la muerte de Jesucristo en la Cruz nos libra del pecado, la maldición y la muerte?

R/: Para que podamos comprender más rápidamente el misterio, la palabra de Dios hace la comparación de Jesucristo con Adán. Adán es, por naturaleza, la cabeza de toda la humanidad, que es una con él por ser su descendencia. Jesucristo, en quien la divinidad está unida a la humanidad, graciosamente hizo de sí mismo la nueva y todopoderosa cabeza del hombre, al que unió a sí mismo por la fe. Es así como, como en Adán caímos en el pecado, la maldición y la muerte, en Jesucristo nos liberamos para siempre del pecado, la maldición y la muerte. Su sufrimiento voluntario y la muerte en la Cruz por nosotros, siendo de infinito valor y mérito, como muerte del Único Sin Pecado, Dios y Hombre en una misma persona, es una perfecta satisfacción a la justicia de Dios, que nos condenó a muerte por el pecado. Es un mérito infinito, que nos otorgó gracias a Él el derecho sin discriminación a la justicia, para darnos a nosotros los pecadores el perdón por nuestros pecados y la gracia para obtener la victoria sobre el pecado y la muerte.

"Su plan misterioso que permaneció secreto durante siglos y generaciones. Este secreto acaba de ser revelado a sus santos. Quiso darles a conocer la riqueza tan grande que su plan misterioso reservaba a las naciones paganas: ¡Cristo entre ustedes y la esperanza de la Gloria!" (Col. 1:26-27); "Y si bien reinó la muerte por culpa de uno y debido a uno solo, con mucha mayor razón gracias a uno solo, Jesucristo, todos aquellos que aprovechan el derroche de la gracia y el don de la "justicia" reinarán en la vida." (Rom. 5:17); "Ahora bien, esta condenación ya no existe para los que viven en Cristo Jesús. En Cristo Jesús la ley del Espíritu de vida te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Esto no lo podía hacer la Ley, por cuanto la carne era débil y no le respondía. Dios entonces quiso que su propio Hijo llevara esa carne pecadora; lo envió para enfrentar al pecado, y condenó el pecado en esa carne. Así, en adelante, la perfección que buscaba la Ley había de realizarse en los que no andamos por los caminos de la carne, sino por los del Espíritu." (Rom. 8:1-4).

P/: ¿Estrictamente hablando, fue por todos nosotros que Jesucristo sufrió?

R/: Él se ofreció a Sí mismo como sacrificio estrictamente para todos, y obtuvo para todos gracia y salvación; pero esto beneficia sólo a aquellos de nosotros que, por nuestro propio libre albedrío tenemos "Quiero conocerlo, quiero probar el poder de su resurrección y tener parte en sus sufrimientos; y siendo semejante a él en su muerte," (Filip. 3:10)

P/: ¿Cómo podemos tener participación en los padecimientos y muerte de Jesucristo?

R/: Tenemos participación en los padecimientos y muerte de Jesucristo por una viva y sincera fe, por la participación en los Sacramentos, en los que están contenidas y selladas las virtudes de sus salvadores sufrimientos y muerte. Y, finalmente, por la crucifixión de nuestra carne con sus concupiscencias y pasiones. Dice el Apóstol: "En cuanto a mí, la misma Ley me llevó a morir a la Ley a fin de vivir para Dios. He sido crucificado con Cristo, y ahora no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Lo que vivo en mi carne, lo vivo con la fe: ahí tengo al Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí." (Gal. 2:19-20); "¿No saben que todos nosotros, al ser bautizados en Cristo Jesús, hemos sido sumergidos en su muerte?" (Rom. 6:3); "Fíjense bien: cada vez que comen de este pan y beben de esta copa están proclamando la muerte del Señor hasta que venga." (1 Cor. 11:26); "Los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus impulsos y deseos" (Gál. 5:24).

P/: ¿Cómo podemos crucificar la carne con sus concupiscencias y pasiones?

R/: Refrenando las concupiscencias y pasiones, y haciendo lo que es contrario a ellas. Por ejemplo, cuando la ira nos impulsa a atacar a un enemigo y a hacerle daño, si entonces resistimos ese deseo recordando que Jesucristo en la Cruz oró por sus enemigos, y rogando igualmente por los nuestros, crucificamos nuestra pasión de la ira.

El quinto artículo, de la resurrección de Jesucristo.

P/: ¿Cuál es la primera y más seria prueba dada por Jesucristo, de que sus padecimientos y muerte trajeron salvación para nosotros hombres?

R/: Que resucitó, y así puso los cimientos para nuestra también bendita resurrección. "Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos, siendo el primero y primicia de los que se durmieron." (1 Cor. 15:20).

P/: ¿Qué podemos pensar del estado en que Jesucristo estuvo después de su muerte y antes de su resurrección?

R/: Esto está descrito en el siguiente himno de la Iglesia: "Corporalmente, en el sepulcro; como Dios, en el hades con el alma; en el paraíso con el malhechor, asimismo estabas en el Trono, Cristo, con el Padre y el Espíritu, ¡oh! Indescriptible, que todo lo llenas."

P/: ¿Qué es el hades o infierno?

R/: Se ha causado mucha confusión y equivocación debido a que los traductores primitivos de la Biblia persistentemente vertieron con la palabra infierno el vocablo hebreo Sheol y EL vocablo griego Hades.

Hades es una palabra griega que significa lugar privado de luz. En teología se entiende por este nombre una prisión espiritual, es decir, el estado de aquellos espíritus que están separados, por el pecado, de la visión del semblante de Dios y de la luz y bendición que ello confiere (Judas 1:6; Octoecos tono 5; Stijarion 2.4).

P/: ¿Para qué descendió Jesucristo al Hades?

R/: Para proclamar allí también su victoria sobre la muerte y liberar a las almas que con fe aguardaban su venida.

P/: ¿Hablan de esto las Sagradas Escrituras?

R/: Se refieren a ello en el siguiente pasaje: "Pues Cristo murió una vez por el pecado y para llevarnos a Dios, siendo ésta la muerte del justo por los injustos. Murió en su carne, y luego resucitó por el Espíritu. Entonces fue a predicar a los espíritus encarcelados;" (1 Pedro 3:18-19).

P/: ¿Qué debemos remarcar en las siguientes palabras del Símbolo de la fe: "y resucitó al tercer día conforme con las Escrituras"?

R/: Estas palabras están en el Símbolo de la fe, tomadas del siguiente pasaje de la Epístola a los Corintios: "En primer lugar les he transmitido esto, tal como yo mismo lo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, como dicen las Escrituras; que fue sepultado; que resucitó al tercer día, también según las Escrituras" (1 Cor. 15:3-4).

P/: ¿Qué significado hay en las palabras "conforme con las Escrituras"?

R/: Por estas palabras se muestra que Jesucristo murió y resucitó, precisamente como fue escrito de Él, proféticamente, en los libros del Antiguo Testamento.

P/: ¿Dónde, por ejemplo, hay algo escrito sobre esto?

R/: En el capítulo 53 del libro del Profeta Isaías, los sufrimientos y muerte de Jesucristo se prefiguran particularmente: "y eran nuestras faltas por las que era destruido nuestros pecados, por los que era aplastado. El soportó el castigo que nos trae la paz y por sus llagas hemos sido sanados." (Is. 53: 5). Sobre la resurrección de Cristo, el Apóstol San Pedro toma las palabras del Salmo 16 (15): "Guárdame, oh Dios, pues me refugio en ti. Yo le he dicho: «Tú eres mi Señor, no hay dicha para mí fuera de ti. Los dioses del país son sólo mugre, ¡malditos sean los que los escogen y que corren tras ellos! Tan sólo penas cosecharán. No les ofreceré libaciones de sangre ni llevaré sus nombres a mis labios. El Señor es la herencia que me toca y mi buena suerte: ¡guárdame mi parte! El cordel repartidor me dejó lo mejor, ¡magnífica yo encuentro mi parcela! Yo bendigo al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye mi conciencia. Ante mí tengo siempre al Señor, porque está a mi derecha jamás vacilaré. Por eso está alegre mi corazón, mis sentidos rebosan de júbilo y aún mi carne descansa segura: pues tú no darás mi alma a la muerte, ni dejarás que se pudra tu amigo. Me enseñarás la senda de la vida, gozos y plenitud en tu presencia, delicias para siempre a tu derecha". "Porque no me abandonarás en el lugar de los muertos ni permitirás que tu Santo experimente la corrupción" (Hechos 2: 27).

P/: ¿Está en algún otro lugar del Antiguo Testamento que Jesucristo resucitaría precisamente al tercer día?

R/: Una profecía sobre ello está prefigurada en el Profeta Jonás: "Yavé ordenó a un gran pez que tragara a Jonás, y Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez." (Jon. 2: 1).

P/: ¿Cómo se supo que Jesucristo había resucitado?

R/: Los soldados que montaban guardia en su sepulcro supieron de ello, se aterrorizaron cuando un Ángel del Señor apartó la piedra que cerraba la tumba y al mismo tiempo hubo un gran terremoto. Asimismo, hubo Ángeles que anunciaron la Resurrección de Cristo a María Magdalena y otras santas mujeres. Jesucristo mismo el día de su Resurrección, se apareció a muchos, como a las mujeres miróforas (En la tradición cristiana ortodoxa las Miróforas (griego: Μυροφόροι, latino: Myrophorae; Slavonic: Жены́-мѷроно́сицы; en rumano, mironosiţe) son las mujeres mencionadas en el Nuevo Testamento que estuvieron directamente implicadas en el entierro o que descubrieron la tumba vacía que siguió a la Resurrección de Jesús. El término tradicionalmente se refiere a las mujeres que llevaban mirra a la tumba de Cristo por la mañana temprano y lo encontraron vacío.) a San Pedro, a los dos discípulos en el camino de Emaús y finalmente a todos los Apóstoles en la casa, estando cerradas las puertas. Después se mostró varias veces a ellos en el período de cuarenta días; y un día fue visto por más de quinientos creyentes a la vez: " Después se dejó ver por más de quinientos hermanos juntos, algunos de los cuales ya han entrado en el descanso, pero la mayoría vive todavía" (1 Cor. 15:6).

P/: ¿Por qué se mostró Jesucristo a los Apóstoles por espacio de cuarenta días?

R/: En este tiempo continuó enseñándoles los misterios del reino de Dios. "De hecho, se presentó a ellos después de su pasión y les dio numerosas pruebas de que vivía. Durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios." (Hechos 1:3).

El sexto artículo, de la ascensión de Jesucristo al cielo

P/: ¿Está tomada de las Sagradas Escrituras la descripción de la Ascensión de Nuestro Señor en el sexto artículo del Símbolo de la fe?

R/: Está tomada de los siguientes pasajes de las Sagradas Escrituras: "El mismo que bajó, subió después por encima de todos los cielos para llenarlo todo." (Ef. 4:10); "Tratemos de resumir lo que hemos dicho: tenemos un sumo sacerdote que está sentado a la derecha del Dios de Majestad en los cielos" (Hebr. 8:1).

P/: ¿Fue en su divinidad o en su humanidad que Jesucristo ascendió a los cielos?

R/: En su humanidad. En su divinidad siempre estuvo, está y estará en el cielo.

P/: ¿Por qué se dice que Jesucristo está sentado a la diestra del Padre, siendo que Dios está en todas partes?

R/: Esto debe ser entendido espiritualmente. Jesucristo tiene una misma e igual majestad y gloria con Dios Padre.

El séptimo artículo, de la segunda venida de Jesucristo a la tierra

P/: ¿Cómo hablan las Sagradas Escrituras de la segunda venida de Cristo?

R/: "Amigos galileos, ¿qué hacen ahí mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado volverá de la misma manera que ustedes lo han visto ir al cielo" (Hechos 1:11). Esto fue dicho por los Ángeles a los Apóstoles en el momento mismo de la Ascensión del Señor.

P/: ¿Cómo hablan las Sagradas Escrituras de su futuro Juicio?

R/: "No se asombren de esto; llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán mi voz. Los que obraron el bien resucitarán para la vida, pero los que obraron el mal irán a la condenación" (Juan 5:28-29). Éstas son palabras de Cristo mismo.

P/: ¿Cómo hablan las Sagradas Escrituras del reino que no tendrá fin?

R/: "Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David; gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás." (Lucas 1:32-33). Éstas son palabras del Ángel a la Madre de Dios.

P/: ¿Será la segunda venida de Cristo semejante a la primera?

R/: No, será muy diferente. Vino para sufrir por nosotros con gran humildad, pero vendrá para juzgarnos: "Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria rodeado de todos sus ángeles, se sentará en el trono de gloria, que es suyo." (Mat. 25:31).

P/: ¿Juzgará a todos los hombres?

R/: A todos sin excepción.

P/: ¿Cómo los juzgará?

R/: La conciencia de cada hombre será expuesta ante todos, y serán revelados todos los actos que hizo durante su vida en la tierra, las palabras que pronunció y sus deseos y pensamientos secretos. "Por lo tanto, no juzguen antes de tiempo; esperen que venga el Señor. El sacará a la luz lo que ocultaban las tinieblas y pondrá en evidencia las intenciones secretas. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que se merece." (1 Cor. 4:5).

P/: ¿Nos condenará incluso por las malas palabras y pensamientos?

R/: Sin duda, a menos que las borremos por el arrepentimiento, por la fe y que enmendemos nuestra vida: "Yo les digo que, en el día del juicio, los hombres tendrán que dar cuenta hasta de cualquier palabra difamatoria" (Mat. 12:36).

P/: ¿Vendrá pronto Jesucristo para el Juicio?

R/: No lo sabemos, y por lo tanto nos corresponde vivir de tal forma para estar siempre preparados a ello. "El Señor no se demora en cumplir su promesa, como algunos dicen, sino que es generoso con ustedes, y no quiere que se pierda nadie, sino que todos lleguen a la conversión. Llegará el día del Señor como hace un ladrón, y entonces los cielos se desarmarán entre un ruido ensordecedor, los elementos se derretirán por el calor y la tierra con todo lo que hay en ella se con su mirá." (2 Pedro 3:9-10). "Por tanto, estén despiertos, porque no saben el día ni la hora." (Mat. 25:13).

P/: ¿Nos han sido revelados algunos signos de la proximidad de la venida de Cristo?

R/: En la palabra de Dios nos fueron revelados algunos signos, como la pérdida de fe y el amor entre los hombres, la abundancia de iniquidad y calamidades, la predicación del Evangelio a todas las naciones y la venida del Anticristo.

P/: ¿Qué es el Anticristo?

R/: El adversario de Cristo, que tratará de vencer al cristianismo, pero en lugar de ello obtendrá para sí mismo un fin terrible. "Entonces se manifestará el adversario, a quien el Señor ha de barrer con el soplo de su boca y al que derribará cuando venga en su gloria." (2 Tes. 2:8).

P/: ¿Qué es el Reino de Cristo, o sea el Reino de Dios?

R/: Es el Reino de los creyentes en Cristo fundado por Él y de los que se esfuerzan por cumplir con la voluntad del Padre celestial. Este Reino de Dios, abierto con la venida de Cristo Salvador a la tierra, fija su morada en el alma de la gente en forma imperceptible y la prepara en la tierra para el recibimiento del Reino de los cielos, que se manifestará en el fin de los siglos.

P/: ¿De cuál de éstos se dice en el Símbolo de la fe que no tendrá fin?

R/: Del Reino de Gloria.

El octavo artículo, de la tercera persona de la Santísima Trinidad, El Espíritu Santo.

P/: ¿En qué sentido es llamado Señor el Espíritu Santo?

R/: En el mismo sentido que el Hijo de Dios, esto es, como Dios verdadero.

P/: ¿Hay testimonio de ello en las Sagradas Escrituras?

R/: Está claro en las palabras del Apóstol San Pedro para amonestar a Ananías: "Pedro le dijo: «Ananías, ¿por qué has dejado que Satanás se apoderara de tu corazón? Te has guardado una parte del dinero; ¿por qué intentas engañar al Espíritu Santo? Podías guardar tu propiedad y, si la vendías, podías también quedarte con todo. ¿Por qué has hecho eso? No has mentido a los hombres, sino a Dios." (Hechos 5:3-4).

P/: ¿Qué debemos entender cuando el Espíritu Santo es llamado el Vivificador?

R/: Quiere decir que Él, junto con Dios Padre y el Hijo, dan vida a toda criatura, y especialmente vida espiritual al hombre: "Jesús le contestó: «En verdad te digo: El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios." (Juan 3:5).

P/: ¿De dónde sabemos que el Espíritu Santo procede del Padre?

R/: Lo sabemos por las siguientes palabras de Jesucristo mismo: "Cuando venga el Protector que les enviaré desde el Padre, por ser él el Espíritu de verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí." (Juan 15:26).

P/: ¿La enseñanza de la procedencia del Espíritu Santo admite algún cambio o agregado?

R/: No. Primero, porque la Old Catholic Church Of Latin American en su enseñanza repite las verdaderas palabras de Jesucristo, y sus palabras sin ninguna duda son la exacta y perfecta expresión de la verdad. Segundo, porque el Segundo Concilio Ecuménico, cuyo objetivo principal fue establecer la verdadera enseñanza respecto del Espíritu Santo, lo puso suficientemente de manifiesto en el Símbolo de la fe; y la Iglesia Católica (Universal) lo reconoció tan decididamente que el Tercer Concilio Ecuménico, en su séptimo canon, prohíbe la composición de cualquier nuevo Símbolo de la fe. Por esta causa San Juan Damasceno escribe: "Acerca del Espíritu Santo decimos que es del Padre y lo llamamos Espíritu del Padre, mientras que de ninguna manera decimos que procede del Hijo, sino que sólo lo llamamos Espíritu del Hijo" (Theol. lib. 1 c.2 v. 4).

P/: ¿De dónde surge que el Espíritu Santo es igual al Padre y al Hijo, y debe ser, junto con ellos, adorado y glorificado?

R/: Surge de que Jesucristo mandó bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo "Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo," (Mat. 28:19).

P/: ¿Por qué se dice en el Símbolo de la fe que el Espíritu Santo habló por los profetas?

R/: El Apóstol San Pedro escribe: "pues ninguna profecía ha venido por iniciativa humana, sino que los hombres de Dios han hablado movidos por el Espíritu Santo." (2 Pedro 1:21).

P/: ¿Habló también el Espíritu Santo por los Apóstoles?

R/: Ciertamente lo hizo. "Estaban preparando lo que mantiene a los ángeles en suspenso, y que ahora les ha sido anunciado a ustedes por sus evangelizadores, al mismo tiempo que el Espíritu Santo les era enviado desde el cielo. Y les fue revelado que todo esto sería, no para ellos, sino para ustedes" (1 Pedro 1:12).

P/: ¿Por qué, entonces, no se menciona a los Apóstoles en el Símbolo de la fe?

R/: Porque en el tiempo cuando fue compuesto el Símbolo de la fe nadie dudaba de la inspiración de los Apóstoles.

P/: ¿Se manifestó el Espíritu Santo a algunos hombres en una manera especial?

R/: Sí. Descendió sobre los Apóstoles en forma de lenguas de fuego, al quincuagésimo día después de la resurrección de Jesucristo.

P/: ¿Se comunica hoy el Espíritu Santo a los hombres?

R/: Es comunicado a todos los verdaderos cristianos: "¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?" (1 Cor. 3:16).

P/: ¿Cómo podemos ser partícipes del Espíritu Santo?

R/: Por la oración ferviente y por los Sacramentos. "Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del Cielo dará el espíritu santo a los que se lo pidan!" (Lucas 11: 13); "Pero se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los hombres, pues no fue asunto de las obras buenas que hubiéramos hecho, sino de la misericordia que nos tuvo. Él nos salvó por el bautismo que nos hacía renacer y derramó sobre nosotros por Cristo Jesús, nuestro Salvador, el Espíritu Santo que nos renovaba." (Tito 3:4-6).

P/: ¿Cuáles son los principales dones del Espíritu Santo?

R/: Los principales y más generales son, según el Profeta Isaías, los siguientes siete: El espíritu de temor de Dios. El espíritu de conocimiento. El espíritu de fuerza. El espíritu de consejo. El espíritu de inteligencia. El espíritu de sabiduría. El espíritu del Señor o el don de piedad e inspiración en su máximo grado. "Sobre él reposará el Espíritu de Yavé, espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de prudencia y valentía, espíritu para conocer a Yavé y para respetarlo, y para gobernar según sus preceptos." (Isaías 11:2).

El noveno artículo, de la Iglesia.

P/: ¿Qué es la Iglesia?

R/: Se denomina Iglesia al conjunto de fieles unidos por la misma fe, y que celebran las mismas doctrinas religiosas. También, es el edificio que consagran a Dios y que le dedican culto. Para nosotros en la sucesión de la Iglesia antigua es la comunidad humana instituida por Dios, unida por la fe de la Antigua Doctrina, la Ley de Dios, la jerarquía y los Sacramentos.

P/: ¿Qué es creer en la Iglesia?

R/: Es honrar piadosamente a la verdadera Iglesia de Cristo, y obedecer su enseñanza y mandamientos, por la convicción de que la Gracia habita en ella, y que obra, enseña y gobierna para la salvación, que fluye por ella de su única cabeza, el Señor Jesucristo.

P/: ¿Cómo puede la Iglesia, que es visible, ser objeto de fe, cuando la fe, según dice el Apóstol, es la demostración de lo que no se ve?

R/: Primero, pese a que la Iglesia es visible, la Gracia de Dios que está en ella y en los que ella santifica, no lo es. Y esto es lo que propiamente constituye el objeto de la fe en la Iglesia. Segundo, la Iglesia, pese a ser visible porque está sobre la tierra y contener a todos los cristianos que viven sobre la tierra, es al mismo tiempo invisible, porque está parcialmente en el cielo y contiene a todos aquellos que han partido en verdadera fe y santidad.

P/: ¿En qué basamos la idea que la Iglesia es al mismo tiempo de la tierra y del cielo?

R/: En las siguientes palabras del Apóstol San Pablo dirigidas a los cristianos: "Ustedes, en cambio, se han acercado al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusalén celestial con sus innumerables ángeles, a la asamblea en fiesta de los primeros ciudadanos del cielo; a Dios, juez universal, al que rodean los espíritus de los justos que ya alcanzaron su perfección; a Jesús, el mediador de la nueva alianza, llevando la sangre que purifica y que clama a Dios con más fuerza que la sangre de Abel." (Heb. 12:22-24).

P/: ¿Cómo podemos estar seguros de que la Gracia de Dios está en la verdadera Iglesia?

R/: Primero, porque su cabeza es Jesucristo, Dios y Hombre en una sola persona, lleno de gracia y de verdad, que llena su cuerpo - es decir la Iglesia - con igual gracia y verdad: " Y el Verbo se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre el Hijo único; en él todo era don amoroso y verdad. Juan dio testimonio de él; dijo muy fuerte: «De él yo hablaba al decir: El que ha venido detrás de mí ya está delante de mí, porque era antes que yo. De su plenitud hemos recibido todos, y cada don amoroso preparaba otro. Por medio de Moisés hemos recibido la Ley, pero la verdad y el don amoroso nos llegó por medio de Jesucristo." (Juan 1: 14-17). Segundo, porque Él prometió a sus discípulos que el Espíritu Santo estaría con ellos para siempre, y que se acuerdo con su promesa, el Espíritu Santo señala a los pastores de su Iglesia. El Apóstol San Pablo dice de Jesucristo que Dios Padre "Dios colocó todo bajo sus pies, y lo constituyó Cabeza de la Iglesia. Ella es su cuerpo y en ella despliega su plenitud el que lo llena todo en todos." (Ef. 1:22-23). El mismo Apóstol dice a los pastores de la Iglesia: "Cuiden de sí mismos y de todo el rebaño en el que el Espíritu Santo les ha puesto como obispos (o sea, supervisores): pastoreen la Iglesia del Señor, que él adquirió con su propia sangre." (Hechos 20:28).

P/: ¿Cómo podemos estar seguros de que la Gracia de Dios está en la Iglesia hasta ahora, y que continuará en ella hasta el fin del mundo?

R/: De esto estamos seguros por las siguientes palabras de Jesucristo mismo y de sus Apóstoles: "Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer." (Mat. 16:18); "y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia." (Mat. 28:20); "a él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones y todos los tiempos. Amén." (Ef. 3:21)

P/: ¿Por qué la Iglesia es Una?

R/: Porque ella es un cuerpo espiritual, tiene una cabeza, Cristo, y está animada por un Espíritu, el de Dios: "un solo cuerpo y un mismo espíritu, pues ustedes han sido llamados a una misma vocación y una misma esperanza. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está por encima de todo, lo penetra todo y está en todo." (Ef. 4:4-6).

P/: ¿Tenemos otra seguridad más de que Jesucristo es la única cabeza de la Única Iglesia?

R/: "Nosotros trabajamos con Dios y para él, y ustedes son el campo de Dios y la construcción de Dios. Yo puse los cimientos como buen arquitecto, pues recibí ese talento de Dios, y otro construye encima. Que cada uno, sin embargo, se pregunte cómo construye encima. Pues nadie puede cambiar la base; ya está puesta, y es Cristo Jesús" (1 Cor. 3:9-11). Por ello, la Iglesia como Cuerpo de Cristo, no puede tener otra cabeza que Jesucristo. Estando la Iglesia destinada a estar eternamente por todas las generaciones, necesita una cabeza también eterna, y ésta es sólo Jesucristo. Por ello, los Apóstoles no tomaron títulos más altos que el de servidores de la Iglesia: "Ahora me alegro cuando tengo que sufrir por ustedes, pues así completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo para bien de su cuerpo, que es la Iglesia. Fui constituido ministro de ella por cuanto recibí de Dios la misión de llevar a efecto entre ustedes su proyecto, (Col. 1:24-25).

P/: ¿Qué obligación nos impone la unidad de la Iglesia?

R/: "Mantengan entre ustedes lazos de paz y permanezcan unidos en el mismo espíritu:" (Ef. 4:3).

P/: ¿Cómo se hace concordar con la unidad de la Iglesia el que haya muchas iglesias separadas e independientes?

R/: Éstas son iglesias particulares o partes de una Iglesia Católica (Universal); la visible separación de su estructura no quita que todas ellas sean miembros del cuerpo de la Iglesia Universal, que tiene una cabeza, Cristo, y un espíritu de fe y de gracia. Esta unidad está expresada exteriormente por la unidad del Símbolo de la fe y por la comunión en la oración y los sacramentos.

P/: ¿Hay una unidad semejante entre la Iglesia terrestre y la celestial?

R/: Sin duda que la hay. Por su común relación con la cabeza única, Nuestro Señor Jesucristo, y por la comunión mutua.

P/: ¿Qué tipo de comunión tiene la Iglesia en la tierra con la celestial?

R/: La oración de fe y amor. El fiel que pertenece a la Iglesia militante sobre la tierra, ofreciendo sus oraciones a Dios, llama al mismo tiempo en su ayuda a los santos que pertenecen a la Iglesia del cielo; y éstos, por estar en la proximidad de Dios, por sus oraciones e intercesiones purifican, fortalecen y ofrecen ante Dios las oraciones de los fieles que viven sobre la tierra, por la voluntad de Dios, graciosa y benéficamente, sea por virtud invisible, por distintas apariciones y otros medios.

P/: ¿En qué se basa la regla de la Iglesia sobre la tierra de invocar en oración a los santos de la Iglesia en el cielo?

R/: En Santa Tradición, el principio de la cual puede verse también en las Sagradas Escrituras. Por ejemplo, el Profeta David clama en plegaria: "¡Oh!, Dios de Abraham, Isaac y de Israel, nuestros padres," haciendo mención de santos en ayuda de su oración, exactamente como ahora la Iglesia, ruega a Cristo nuestro verdadero Dios, por las oraciones de su Purísima Madre y de todos sus Santos. "Oh, Yavé, Dios de nuestros padres Abraham, Isaac e Israel, conserva perpetuamente estos pensamientos en el corazón de tu pueblo, y dirige tú su corazón hacia ti." (1Crón. 29:18). San Cirilo de Jerusalem, en su explicación de la Divina Liturgia, dice: "Hacemos mención también de aquellos que han partido, primero de los Patriarcas, Profetas, Apóstoles y Mártires, para que por sus súplicas e intercesión Dios reciba nuestras oraciones" (Cat. Myst. 5. c. 9). San Basilio el Grande, en su sermón sobre el día de los Cuarenta Santos Mártires, dice: "Cualquiera que esté afligido recurra a los Cuarenta, y cualquiera que está contento acuda a los mismos. Unos, para encontrar alivio para su dolor, y los otros para conservar su felicidad. Así, la mujer piadosa ruega por sus hijos, otra pide el retorno de su esposo ausente, otra la restauración de la salud para el enfermo. Que vuestras peticiones sean hechas con los Mártires."

P/: ¿Hay algún testimonio en las Sagradas Escrituras sobre la oración mediadora de los santos en el cielo?

R/: El Evangelista San Juan, en el Apocalipsis, muestra en el cielo un Ángel, al cual "Otro ángel vino y se paró delante del altar de los perfumes con un incensario de oro. Se le dieron muchos perfumes: las oraciones de todos los santos que iba a ofrecer en el altar de oro colocado delante del trono. Y la nube de perfumes, con las oraciones de los santos, se elevó de las manos del ángel hasta la presencia de Dios" (Apoc. 8:3-4).

P/: ¿Hay algún testimonio en las Sagradas Escrituras sobre apariciones de santos del cielo?

R/: El Evangelista San Mateo relata que después de la muerte de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz "La tierra tembló, las rocas se partieron, los sepulcros se abrieron y resucitaron varias personas santas que habían llegado ya al descanso. Estas salieron de las sepulturas después de la resurrección de Jesús, fueron a la Ciudad Santa y se aparecieron a mucha gente." (Mat. 27:52-53). Y como un milagro tan grande no podía ocurrir sin un fin adecuado, debemos suponer que dichos santos aparecieron para anunciar el descenso de Jesucristo a los infiernos, y su triunfal resurrección, y así impulsar a los hombres nacidos en la Iglesia del Antiguo Testamento a pasar más rápidamente a la del Nuevo, recién fundada.

P/: ¿Qué testimonios hay que nos confirmen la creencia de que los santos, después de su partida, obran milagros por ciertos medios terrenales?

R/: El Segundo Libro de los Reyes testifica que, por tocarlo con las reliquias del Profeta Eliseo, un muerto fue traído nuevamente a la vida: "y sucedió que unas personas, que llevaban a enterrar a un difunto, divisaron a una de esas bandas. Depositaron entonces al muerto en la tumba de Eliseo y se pusieron a salvo. Cuando el hombre tocó los huesos de Eliseo, revivió e inmediatamente se puso de pie." (2 Reyes 13:21). El Apóstol San Pablo obró curaciones y milagros no sólo en persona, sino por pañuelos y delantales tomados de su cuerpo "hasta tal punto que imponían a los enfermos pañuelos o ropas que él había usado, y mejoraban. También salían de ellos los espíritus malos." (Hechos 19:12). Por este ejemplo, podemos entender que los santos, incluso después de su muerte, pueden obrar benéficamente por medios terrenales que Dios les otorgó por sus santas virtudes.

San Gregorio el Teólogo, en su primer discurso contra Juliano, dice: "Tú no reverenciaste los sacrificios ofrecidos por Cristo ni temiste a los grandes ascetas, Juan, Pedro, Pablo, Santiago, Esteban, Lucas, Andrés, Tecla y el resto que antes y después de éstos sufrieron por la verdad, que soportaron fuego y espada, torturas y todos los sufrimientos, como si su cuerpo no fuese de ellos, o como si no tuviesen cuerpo. ¿Por qué? Para no traicionar ni con una palabra su devoción a Dios. Para los cuales hay, con justa razón, grandes honores y triunfos: son expulsados diablos, se curan enfermedades, aparecen en visiones y profetizan. Cuyos cuerpos, aunque separados, al ser tocados o reverenciados, tienen poder como sus santas almas. Y gotas de cuya sangre, tomadas de sus sufrimientos, tienen poder como en sus cuerpos." San Damasceno escribe: "Las reliquias de los santos nos fueron dadas por Nuestro Señor Jesucristo como fuentes de salud, de las que fluyen múltiples bendiciones." Y como una explicación de esto subraya que a través de la mente sus cuerpos también estaban habitados por Dios (Theol. lib. 4 cap. 15, v. 3-4).

P/: ¿Por qué es Santa la Iglesia?

R/: Porque está santificada por Jesucristo, por su pasión, por su enseñanza, por su oración y por los Sacramentos. "Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella. Y después de bañarla en el agua y la Palabra para purificarla, la hizo santa, pues quería darse a sí mismo una Iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni nada parecido, sino santa e inmaculada." (Ef. 5:25-27). En su oración a Dios Padre por los creyentes, Jesucristo dice entre otras cosas: "Conságralos mediante la verdad: tu palabra es verdad. Así como tú me has enviado al mundo, así yo también los envío al mundo; por ellos ofrezco el sacrificio, para que también ellos sean consagrados en la verdad." (Juan 17:17-19).

P/: ¿Por qué es santa la Iglesia si tiene dentro de ella a hombres pecadores?

R/: Los hombres que pecan, pero que se purifican por el verdadero arrepentimiento, no hacen que la Iglesia deje de ser santa, pero los pecadores impenitentes son separados del cuerpo de la Iglesia por acto visible de la autoridad eclesiástica o por el juicio invisible de Dios. Por ello es que también respecto a eso se conserva santa. "Dejen que Dios juzgue a los que están fuera, pero ustedes ¡saquen al perverso de entre ustedes!" (1 Cor. 5:13); "A pesar de todo no se hunden los sólidos cimientos puestos por Dios, en los cuales está inscrito: El Señor conoce a los suyos, y: Aléjese de la maldad el que invoca el nombre del Señor." (2 Tim. 2:19)

P/: ¿Por qué la Iglesia es llamada Conciliar, o Católica, o Ecuménica?

R/: Porque no está limitada a ningún lugar ni tiempo ni pueblo, sino que contiene a los verdaderos creyentes de todos los lugares, tiempos y pueblos. El Apóstol San Pablo dice que "Pues están esperando la herencia que les está reservada en el cielo y que conocieron por la palabra de la verdad, el Evangelio. Ya está entre ustedes, y lo mismo que va creciendo y dando frutos por todas partes en el mundo, también lo hace entre ustedes desde aquel día en que recibieron y conocieron el don de Dios en toda su verdad." (Colos. 3:11). "Así los que entran por la fe reciben la bendición junto con el creyente Abrahán." (Gál. 3:9).

P/: ¿Qué gran privilegio tiene la verdadera Iglesia Universal?

R/: Sólo ella tiene la promesa que "las puertas del infierno no prevalecerán contra ella"; que el Señor estará con ella hasta el fin del mundo; que en ella habitará la gloria de Dios en Jesucristo por todas las generaciones, eternamente; y consecuentemente, que ella nunca será apóstata de la fe, ni pecará contra la verdad de la fe, ni caerá en error. "Nosotros confesamos sin duda, que la Iglesia Universal no puede pecar ni errar ni proferir falsedad en lugar de verdad: porque el Espíritu Santo actuando a través de sus fieles ministros los Padres y Doctores de la Iglesia, la preservan de todo error" (Misiva de los Patriarcas Orientales sobre la Fe Ortodoxa, Art. 12).

P/: ¿Si la Iglesia en cuanto a lo universal y apostólica contiene a todos los verdaderos creyentes del mundo, debemos entender como necesario para la salvación que todo creyente debe pertenecer a ella?

R/: Es exactamente así. Desde que Jesucristo, en las palabras de San Pablo, es la cabeza de la Iglesia, y Él es el Salvador del cuerpo, se deduce que para tener parte en su salvación, debemos necesariamente ser miembros de su cuerpo, esto es, de la Iglesia: "El hombre es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, cuerpo suyo, del cual es asimismo salvador. " (Efes. 5:23). El Apóstol San Pedro escribe que el bautismo salva conforme con la imagen del Arca de Noé. Todos los que fueron salvados del Diluvio Universal, lo fueron sólo en el Arca. Así pues, todos los que obtienen salvación eterna, la obtienen sólo en la única Iglesia Universal. No debe entenderse a la iglesia como una institución mundana, recordemos que la misma, existe tanto en el cielo como en la tierra, y es manifestación del amor de Dios y hacia Dios.

P/: ¿Por qué es llamada Apostólica la Iglesia?

R/: Porque tiene de los Apóstoles, sin interrupción ni cambio, su enseñanza y la sucesión de los dones del Espíritu Santo, por la imposición de las manos consagradas. "Así, pues, ya no son extranjeros ni huéspedes, sino ciudadanos de la ciudad de los santos; ustedes son de la casa de Dios. Están cimentados en el edificio cuyas bases son los apóstoles y profetas, y cuya piedra angular es Cristo Jesús." (Efes. 2:19-20).

P/: ¿Qué nos enseña el Símbolo de la fe cuando dice que la Iglesia es Apostólica?

R/: Nos enseña a guardar firmemente la enseñanza y tradición apostólica, y evitar enseñanzas y maestros que no se afirmen en la de los Apóstoles. El Apóstol San Pablo dice: "Por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y guarden fielmente las tradiciones que les enseñamos de palabra o por carta." (2 Tes. 2:15); "Reprende al que deforma el mensaje. Después de dos advertencias romperás con él," (Tito 3:10); "Porque hay muchos espíritus rebeldes, charlatanes y engañadores, sobre todo entre los de origen judío. Hay que taparles la boca, pues enseñan en forma muy interesada cosas que no conviene y desconciertan a familias enteras." (Tito 1:10-11); "Si se niega a escucharlos, informa a la asamblea. Si tampoco escucha a la iglesia, considéralo como un pagano o un publicano." (Mat. 18:17).

P/: ¿Qué institución eclesiástica existe para preservar y conservar la sucesión del ministerio apostólico?

R/: La Jerarquía Eclesiástica.

P/: ¿Dónde se originó la Jerarquía de la Iglesia?

R/: De Jesucristo mismo, y del descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles, desde cuyo tiempo continuó en sucesión ininterrumpida por la imposición de las manos, en el Sacramento del Sacerdocio. "Y dio sus dones, unos son apóstoles, otros profetas, otros evangelistas, otros pastores y maestros. Así prepara a los suyos para las obras del ministerio en vista de la construcción del cuerpo de Cristo" (Efes. 4:11-12)

P/: ¿Qué autoridad jerárquica es capaz de extender su esfera de acción por sobre toda la Iglesia Católica (Universal)?

R/: El Concilio Ecuménico.

P/: ¿Bajo qué autoridades jerárquicas están las principales partes de la Iglesia Católica (Universal)?

R/: Bajo los Patriarcas y el Santísimo Sínodo.

P/: ¿Bajo qué autoridad jerárquica están las provincias menores y ciudades?

R/: Bajo metropolitanos, arzobispos y obispos.

P/: ¿Qué rango en la jerarquía tiene el Santísimo Sínodo?

R/: El mismo rango que el de los Santos Patriarcas.

El décimo artículo, del Bautismo, en el cual están implicados también los otros Sacramentos.

P/: ¿Por qué el Símbolo de la fe menciona al Bautismo?

R/: Porque la fe es sellada por el Bautismo y los otros misterios o Sacramentos.

P/: ¿Qué es un misterio o Sacramento?

R/: Un misterio o Sacramento es un acto sagrado, por el cual la Gracia, o en otras palabras, el poder salvador de Dios actúa misteriosamente sobre el hombre.

Aclarando mas podemos decir:

El vocablo sacramento proviene del latín sacramentum, con el cual en las traducciones más tempranas del griego al latín se buscó traducir el griego mystērion (μυστήριον).

Morfológicamente, sacramentum es una derivación del verbo sacrare ('hacer santo') mediante el sufijo denominalizador-mentum (instrumental, "medio para"), esto es, sacramentum equivale gramaticalmente a 'instrumento para hacer santo'. Este vocablo se usaba a la llegada del cristianismo a Roma para designar un juramento de los soldados romanos de servicio incondicional al ejército imperial.

En cuanto a mystērion, refiere a lo que hoy en día llamamos con la palabra 'misterio' o con 'místico'. El griego bíblico, hace referencia a "lo que, estando fuera de la comprensión natural, puede ser conocido solo por revelación divina" Los sacramentos -en la teología de la Iglesia católica, ortodoxa y copta- son signos sensibles y eficaces de la gracia invisible de Dios a través de los cuales se otorga la vida divina, es decir, ofrecen al creyente el ser hijos de Dios. Según el catolicismo, la ortodoxia y el coptismo fueron instituidos por Jesucristo y confiados a la Iglesia.

P/: ¿Cuántos son los Sacramentos?

R/: Siete: Bautismo; Confirmación; Eucaristía; Reconciliación o Penitencia; Unción de enfermos; Orden Sacerdotal; Matrimonio.

P/: ¿Qué fuerza hay en cada Sacramento?

Sacramentos de iniciación cristiana

Bautismo: En él se nos perdona el pecado original y pasamos a ser hijos de Dios. Es un sacramento indeleble, posee carácter sacramental, con lo cual no puede ser reiterado.

Comunión: También llamada Eucaristía, en ella, tras la consagración del pan y el vino, tomamos el cuerpo y la sangre de Cristo. En nuestra Iglesia normalmente se comulga bajo las dos especies: pan y vino. La comunión puede ser administrada por obispos, presbíteros y diáconos.

Confirmación: En ella se recibe al Espíritu Santo y el confirmando reafirma su Fe en Dios y se compromete a llevar una vida como cristiano. Ha de ser impartida por un obispo y en caso de necesidad, éste nombra a un sacerdote de forma excepcional. Es un sacramento indeleble, posee carácter sacramental, con lo cual no puede ser reiterado.

Sacramentos de curación

Reconciliación o Penitencia: Consiste en el arrepentimiento verdadero de los pecados, presentados a Dios, el cual, nos perdona por intercesión del sacerdote u obispo. En nuestra Eucaristía o Santa Misa se recibe la absolución colectiva, siempre y cuando el obispo o sacerdote lo considere oportuno.

Unción de enfermos: Se administra a toda aquella persona con problemas de salud o en peligro de muerte. Consiste en la unción con el santo crisma sobre la frente y manos, de forma que se le concede una gracia especial eficaz para fortalecerlo y reconfortarlo en su enfermedad, y prepararlo para el encuentro con Dios.

Sacramentos de servicio

Orden Sacerdotal: En él, los varones que lo desean, se consagran a Dios comprometiéndose a anunciar la Buena Noticia, bajo la obediencia a su obispo, pudiendo ser soltero o casado; Y cuando forma parte de una comunidad religiosa, bajo los votos de pobreza, obediencia y castidad, bajo la autoridad de sus superiores. Es un sacramento indeleble, posee carácter sacramental, con lo cual no puede ser reiterado. En el encontramos varias escalas de ordenes comenzando por el tonsurado, pasando por Ostiariado, lectorado, acolitado, exorcizado, diaconado, presbiterado, y llegando al episcopado.

Matrimonio: "íntima comunidad de la vida y del amor conyugal, creada por Dios y regida por sus leyes, que se establece sobre la alianza de los cónyuges, es decir, sobre su consentimiento irrevocable " En él, varón y mujer, ponen bajo su consentimiento, el amor que se tienen frente a Dios y prometen una alianza permanente. El matrimonio es indisoluble.

P/: ¿Por qué el Símbolo de la fe menciona solamente el Bautismo y no los demás Sacramentos?

R/: Porque sobre el Bautismo existía la duda de si era necesario o no rebautizar a algunas personas que salieron de la herejía; y por eso era necesaria una resolución que fue incluida en el Símbolo de la fe.

SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANA

Sobre El Bautismo.

P/: ¿Qué es el Bautismo?

R/: La palabra Bautismo proviene del griego y significa sumergir, significado que sigue teniendo hasta la actualidad. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión, por medio del agua y la invocación a la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

El Bautismo es realizado de la manera más significativa mediante la triple inmersión en el agua bautismal. Pero desde la antigüedad puede ser también conferido derramando tres veces agua sobre la cabeza del candidato.

P/: ¿Cuándo y cómo comenzó el Bautismo?

R/: Primero, "Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en Aquél que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo" (Hechos 19: 4). Luego, Jesucristo por su propio ejemplo santificó el bautismo, cuando lo recibió de Juan. Finalmente, después de su Resurrección, dio a los Apóstoles este solemne mandamiento: "Id y enseñad a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (Mat. 28: 19). Recordando también las palabras: "Jesús le contestó: «En verdad te digo: El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios." (Juan 3:5).

P/: ¿Qué es lo más esencial en la administración del Bautismo?

R/: La triple inmersión en agua, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

P/: ¿Qué se requiere de quien desea ser bautizado?

R/: Arrepentimiento y fe. Por esta causa, también antes del Bautismo se recita el Símbolo de la fe: "Pedro les contestó: «Arrepiéntanse, y que cada uno de ustedes se haga bautizar en el Nombre de Jesús, el Mesías, para que sus pecados sean perdonados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo." (Hechos 2: 38); "El que crea y se bautice, se salvará; el que se niegue a creer será condenado" (Marcos 16: 16).

P/: ¿Por qué son, entonces, bautizados los niños?

R/: Por la fe de sus padres y padrinos, que están obligados a enseñarles la fe, tan pronto como estén en edad de aprender.

P/: ¿Cómo puede demostrarse por las Sagradas Escrituras que debemos bautizar a los niños?

R/: En los tiempos del Antiguo Testamento los niños eran circuncidados al octavo día de su nacimiento; pero el Bautismo tomó el lugar de la circuncisión en el Nuevo Testamento y por lo tanto, los niños también deben ser bautizados.

P/: ¿De dónde es tomado que el Bautismo ocupó el lugar de la circuncisión?

R/: De las siguientes palabras del Apóstol San Pablo a los creyentes: "En Cristo recibieron una circuncisión no humana, no quirúrgica, que los despojó enteramente del cuerpo carnal. Esta «circuncisión de Cristo» es el bautismo, en el cual fueron sepultados con Cristo. Y en él fueron luego resucitados por haber creído en el poder de Dios que lo resucitó de entre los muertos." (Colos. 2: 11-12).

P/: ¿Para qué hay padrinos en el Bautismo?

R/: Para que respondan ante la Iglesia por la fe del bautizado, y después del Bautismo se ocupen de confirmarlo en la fe (Dion. Areop. sobre Jer. Ecles. c. 2).

P/: ¿Para qué antes del Bautismo se hace el exorcismo?

R/: Para alejar al diablo, que desde la caída de Adán tiene acceso al hombre y ejerce poder sobre él, lo cautiva y esclaviza. El Apóstol San Pablo dice que todos los hombres sin gracia "andan de acuerdo con la maldición de este mundo, de acuerdo con el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de la adversidad" (Efes. 2: 2).

P/: ¿Dónde radica la fuerza del exorcismo?

R/: En el nombre de Jesucristo invocado con oración y con fe. Jesucristo dio a los creyentes esta promesa: "Estas señales acompañarán a los que crean: en mi Nombre echarán demonios y hablarán nuevas lenguas;" (Marc. 16: 17).

P/: ¿Qué fuerza tiene la señal de la Cruz usada en ésta y otras ocasiones?

R/: Lo que representa el nombre de Jesucristo Crucificado cuando los labios lo pronuncian con fe, vale igual cuando la señal de la Cruz se hace con fe por el movimiento de la mano, o es representada de cualquier otra manera. San Cirilo de Jerusalem escribe: "No nos avergoncemos de confesar al Crucificado; hagamos fervientemente la señal de la Cruz sobre la frente, y sobre todo: sobre el pan que comemos, sobre las copas en que bebemos; hagámosla en nuestras idas y venidas; cuando nos acostamos a dormir y cuando nos levantamos; cuando viajamos y cuando descansamos: es una gran salvaguarda, dada al pobre sin costo alguno, al débil sin esfuerzo. Porque ésta es la Gracia de Dios, un signo para los fieles y terror para los malos espíritus" (Cat. Lect. 13: 36).

P/: ¿Desde cuándo usamos la señal de la Cruz?

R/: Desde los mismos tiempos de los Apóstoles (Dion. Areop. sobre la Jer. Ecles. c. 2 y 5. Tertuliano de Coron. cap. 3, de Resurr. cap. 8).

P/: ¿Qué significa la ropa blanca que es puesta después del bautismo?

R/: La pureza del alma y de la vida cristiana.

P/: ¿Por qué se le cuelga al bautizado una cruz?

R/: Como expresión visible y continua evocación del mandamiento de Cristo: "Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz y me siga." (Mat. 16:24).

P/: ¿Qué significa confesar en el Símbolo de la fe un Bautismo?

R/: Que el Bautismo no puede ser repetido.

P/: ¿Por qué no puede ser repetido el Bautismo?

R/: El Bautismo es un nacimiento espiritual: el hombre nace sólo una vez, por eso es bautizado sólo una vez.

P/: ¿Qué puede decirse de aquellos que pecan después del Bautismo?

R/: Son más culpables en sus pecados que los no bautizados, desde que tienen de Dios una ayuda especial para obrar bien, y la dejan de lado. "Y si éstos, que se habían liberado de los vicios del mundo por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, vuelven a esos vicios y se dejan dominar por ellos, su situación actual resulta peor que la primera" (2 Pedro 2:20)

P/: ¿Hay algún medio de conseguir perdón para el que pecó después del Bautismo?

R/: Sí. El Arrepentimiento.

Sobre la Comunión

P/: ¿Qué es la Comunión?

R/: La Comunión es un Sacramento por el cual el creyente ingiere, bajo la forma de pan y vino, el verdadero Cuerpo y Sangre de Cristo para la vida eterna.

P/: ¿Cómo fue instituido este Sacramento?

R/: Jesucristo, inmediatamente antes de su Pasión, lo consagró por vez primera, exhibiéndolo por anticipación a la imagen viviente de sus sufrimientos para nuestra salvación; y después de haberlo administrado a los Apóstoles, les dio al mismo tiempo un mandamiento para perpetuar este Sacramento.

P/: ¿Qué debe advertirse sobre el Sacramento de la Comunión con respecto al santo oficio cristiano?

R/: Que conforma la parte esencial y principal del santo oficio.

P/: ¿Cuál es el nombre del santo oficio en el cual el Sacramento de la Comunión es consagrado?

R/: La liturgia Eucarística.

P/: ¿Qué significa la ¿ liturgia Eucarística?

R/: Oficio colectivo. Pero la palabra liturgia es especialmente apropiada para el santo oficio en el que se consagra el Sacramento de la Comunión.

P/: ¿Qué debe hacerse notar sobre el lugar donde se celebra la liturgia Eucarística?

R/: Debe ser consagrada en un templo. Este Sacramento es oficiado sobre la santa mesa, la cual debe haber sido consagrada anteriormente por un obispo. También puede haber dispensa especial del Ordinario del lugar para celebrar la Eucaristía en otro lugar.

P/: ¿Por qué se llama Iglesia al templo?

R/: Porque los fieles que componen la Iglesia se reúnen en él para la oración y participar de los Sacramentos.

P/: ¿Por qué se llama altar a la mesa donde se consagra el Sacramento de la Comunión?

R/: Porque Jesucristo está presente en él como Oferente y ofrenda, místicamente.

P/: ¿Qué orden se puede observar en el oficio de la liturgia Eucarística?

R/: Primero, se preparan los elementos para el Sacramento; segundo, los fieles se preparan para el Sacramento; tercero, el Sacramento mismo es consagrado.

Sobre la Confirmación.

P/: ¿Qué es la Confirmación?

R/: La Confirmación es un Sacramento por el cual el creyente bautizado, luego de la imposición de las manos y el ser ungido con santo oleo del crisma en la frente, en el nombre del Espíritu Santo, recibe los dones del Espíritu Santo para el crecimiento y fortalecimiento en la vida espiritual.

P/: ¿Este Sacramento es mencionado en las Sagradas Escrituras?

R/: La acción interior de este Sacramento es expresada por el Apóstol San Juan, de la siguiente forma: "Pero ustedes tienen esa unción que viene del Santo, por lo que todos tienen ya conocimiento. Pues en ustedes permanece la unción que recibieron de Jesucristo, y no necesitan que nadie venga a enseñarles. Él les ha dado la unción, y ella les enseña todo; ella es verdad y no mentira. Así, pues, quédense con lo que les ha enseñado." (1 Juan 2: 20 y 27). De la misma manera dice el Apóstol Pablo: "Y Dios es el que nos da fuerza, a nosotros y a ustedes, para Cristo; él nos ha ungido y nos ha marcado con su propio sello al depositar en nosotros los primeros dones del Espíritu." (2 Cor. 1: 21-22). De aquí son tomadas las palabras pronunciadas en la Unción, el signo del don del Espíritu Santo.

P/: ¿Es mencionada la forma visible de la Santa Unción con el óleo de Crismación en las Sagradas Escrituras?

R/: Debe entenderse que las palabras de San Juan se refieren a la unción visible tanto como a una unción interior; pero es más certero pensar que los Apóstoles, para impartir al bautizado los dones del Espíritu Santo, usaron la imposición de las manos: "Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén tuvieron noticia de que los samaritanos habían aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo, ya que todavía no había descendido sobre ninguno de ellos y sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús." (Hechos 8: 14-16). Los sucesores de los Apóstoles, sin embargo, en lugar de esto introdujeron la Unción con óleo, tomándola aparentemente del precedente de la unción usada en el Antiguo Testamento: "Prepararás con ello el óleo para la unción sagrada, perfume aromático como lo prepara el perfumista. (Éxodo 30: 25); El sacerdote Sadoc tomó el cuerno de aceite de la Tienda y consagró a Salomón, al toque del cuerno, mientras todo el pueblo exclamaba: «¡Viva el rey Salomón!» I Reyes 1: 39).

P/: ¿Que debe remarcarse sobre el Santo óleo?

R/: Que su consagración corresponde únicamente a las más altas autoridades eclesiásticas, como sucesores de los Apóstoles, que usaban la imposición de sus propias manos para comunicar los dones del Espíritu Santo.

P/: ¿Qué dignifica la unción de la frente?

R/: La santificación de la mente, de los pensamientos.

SACRAMENTOS DE CURACIÓN

Sobre la Reconciliación o Penitencia

P/: ¿Qué es la Reconciliación?

R/: la Reconciliación es un Sacramento en el cual, quien confiesa sus pecados, por la visible manifestación sacerdotal de perdón, es liberado de éstos invisiblemente por Jesucristo mismo.

P/: ¿Cuál es el origen de este Sacramento?

R/: Los que se llegaban a San Juan Bautista, que predicaba el bautismo de arrepentimiento para la remisión de los pecados, confesaban sus pecados: "Es así como Juan el Bautista empezó a bautizar en el desierto. Allí predicaba bautismo y conversión, para alcanzar el perdón de los pecados. Toda la provincia de Judea y el pueblo de Jerusalén acudían a Juan para confesar sus pecados y ser bautizados por él en el río Jordán" (Marcos 1: 4-5). A los Apóstoles, Jesucristo les prometió poder para perdonar los pecados, cuando Él dijo: "Yo les digo: «Todo lo que aten en la tierra, lo mantendrá atado el Cielo, y todo lo que desaten en la tierra, lo mantendrá desatado el Cielo." (Mat. 18: 18). Y después de su resurrección, Él realmente les dio ese poder, diciendo: "Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo: a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos." (Juan 20: 22-23).

P/: ¿Qué se requiere por parte del arrepentido?

R/: Contrición por sus pecados, con un pleno propósito de enmendar su vida, fe en Jesucristo y esperanza en su misericordia: "La tristeza que viene de Dios lleva al arrepentimiento y realiza una obra de salvación que no se perderá. Por el contrario, la tristeza que inspira el mundo provoca muerte." (2 Cor. 7:10); "Y cuando el malo se aparta de su maldad y se dedica a hacer lo que es correcto y justo, eso mismo le da vida" (Hechos 10:43).

P/: ¿Hay algún medio de preparación y ayuda para el arrepentimiento?

R/: Sí: son el ayuno y la oración.

P/: ¿Utiliza la Iglesia algún otro medio especial para la purificación y pacificación de la conciencia del pecador arrepentido?

R/: Sí. Este medio se llama epitimia.

P/: ¿Qué es epitimia?

R/: Esta palabra griega indica prohibición, o bien, ejercicio espiritual con el fin de vencer o dominar a las costumbres pecaminosas (ver 2 Cor. 2:6: Ya le basta la reprensión que recibió de la comunidad.).

Sobre la Unción con Óleo

P/: ¿Qué es la Unción con Óleo (aceite)?

R/: Se llama aceite santo o santos óleos o aceite de unción al aceite bendecido por el obispo en la misa crismal. El sacramento de la unción de los enfermos es un acto litúrgico comunitario realizado por parte de la Iglesia católica, por el cual un presbítero signa con óleo sagrado a un fiel por estar enfermo, en peligro de muerte o simplemente por su edad avanzada.Con esta acción se significa que le es concedida al enfermo o al anciano una gracia especial y eficaz para fortalecerlo y reconfortarlo en su enfermedad, y prepararlo para el encuentro con Dios.

P/: ¿Dónde se origina este Sacramento?

R/: De los Apóstoles, que habiendo recibido poder de Jesucristo, "Expulsaban a muchos espíritus malos y sanaban a numerosos enfermos, ungiéndoles con aceite." (Marc. 6:13). Los Apóstoles dejaron este Sacramento a los sacerdotes de la Iglesia, como una evidencia de las siguientes palabras del Apóstol Santiago: "¿Hay alguno enfermo? Que llame a los ancianos de la Iglesia, que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. La oración hecha con fe salvará al que no puede levantarse y el Señor hará que se levante; y si ha cometido pecados, se le perdonarán" (Santiago 5:14-15).

SACRAMENTOS DE SERVICIO

Sobre el Orden Sacerdotal

P/: ¿Qué es el Sacerdocio?

R/: El Sacerdocio es un Sacramento por el cual el Espíritu Santo, mediante la imposición de las manos del obispo, ordena al que ha elegido correctamente para administrar Sacramentos, y apacentar al rebaño de Cristo: "Vean, pues, en nosotros a servidores de Cristo y a administradores de las obras misteriosas de Dios." (1 Cor. 4:1); "Cuiden de sí mismos y de todo el rebaño en el que el Espíritu Santo les ha puesto como obispos (o sea, supervisores): pastoreen la Iglesia del Señor, que él adquirió con su propia sangre." (Hechos 20:28).

P/: ¿Qué es apacentar a la Iglesia?

R/: Instruir al pueblo en la fe, en la devoción y en las buenas obras por amor a Jesucristo. Básicamente, es enseñar a amar.

P/: ¿Cuántos grados necesarios hay del Sacerdocio?

R/: Tres: Obispo, Presbítero y Diácono.

P/: ¿Qué diferencia hay entre ellos?

R/: El Diácono sirve en la consagración de los Sacramentos; el Sacerdote consagra los Sacramentos bajo la dependencia del Obispo; el Obispo no sólo consagra los Sacramentos por sí mismo sino que tiene poder para impartir a otros, por imposición de sus manos, el gracioso don para consagrarlos. Sobre el poder episcopal, el Apóstol San Pablo escribe a Tito: "Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses presbíteros en cada ciudad" (Tito 1:5). Y a Timoteo: "No impongas con ligereza las manos a ninguno" (1 Tim. 5:22).

P/: ¿Hay mas órdenes que utiliza la Iglesia católica antigua?

R/: Si, hay 5 órdenes menores: Tonsurado, Ostiariado, Lectorado, Acolitado y Exorcizado.

P/: ¿Qué es el Tonsurado?

R/: Sacramental por medio del cual el que lo recibe entra a formar parte del clero. Se llama tonsura al primero de los grados clericales el cual se confiere por mano del Obispo como disposición y preparación para recibir el sacramento del orden.

Signo de renuncia al mundo, es también, con la adopción del hábito o vestidura clerical un elemento de un ritual de muerte y de renacimiento que borra los pecados anteriores.

P/: ¿Qué es el Ostiariado y cuáles sus funciones?

R/: El portero u ostiario (del latín ostiarius, que a su vez procede de ostium, que significa puerta) es el clérigo que ha recibido la primera de las órdenes menores. La orden de ostiario es el ostiariado.

Funciones: Tiene a su cargo abrir y cerrar la puerta de la iglesia, así como guardarla. Llamar a tomar la comunión a los dignos (rechazando a los indignos). Conservar las cosas sagradas: es el guardián del Santísimo Sacramento que se oculta en el sagrario.

P/: ¿Cuál es la importancia del Lectorado y sus funciones?

R/: La importancia del lectorado o Ministerio de la palabra radica en que sea capaz de transmitir con su vida, con sus obras y con sus acciones un profundo amor a las Sagrada Escritura.

Funciones: Leer la palabra de Dios en la asamblea litúrgica, a excep­ción del Evangelio. Instruir a los fieles para recibir dignamente los sacramen­tos. Dirigir el canto y participación del pueblo. Preparar a todos los fieles que ocasionalmente hayan de hacer la lectura de la Sagrada Escritura en los actos litúrgicos. Faltando el salmista, recitar el salmo interleccional. Faltando el diácono o cantor, proclamar las intenciones de la oración universal.

P/: ¿Qué es el Acolitado y sus funciones?

R/: Acolitado o Ministerio del altar (del griego ἀκόλουθος akolouthos, «el que sigue» o «el que acompaña») es un ministerio de la Iglesia católica, cuyo oficio es ayudar al diácono cuidando del servicio en el altar y ayudando al presbítero durante las celebraciones litúrgicas, especialmente la misa.

Normalmente se instituye como acólito a los candidatos a las sagradas órdenes del diaconado y del presbiterado, aunque el ministerio puede ser ejercido por laicos (la condición de clérigo se recibe con la ordenación de diácono).

Funciones: Ayudar al diácono y servir al sacerdote en las funciones li­túrgicas, principalmente en la santa misa. Instruir a los fieles que ocasionalmente ayuden al sacerdo­te o diácono en los actos litúrgicos. Como ministro extraordinario, distribuir la Eucaristía en las siguientes ocasiones: a falta o por imposibilidad, enfermedad o edad avanzada del ministro ordinario (presbítero o diácono), en ocasiones de elevado número de fieles, exponer el Santísimo Sacramento, reservarlo, excluida la bendición con el mismo, en ocasiones especiales, de acuerdo con las determinaciones del Obispo. Instruye a monaguillos y otras personas que ayudan en el servicio del altar.

P/: ¿Qué es el Exorcizado?

R/: El exorcismo es el acto de echar o sacar demonios, o espíritus malignos fuera de las personas, sitios u objetos que son supuestamente poseídos o plagados por ellos, o que son susceptibles de llegar a ser víctimas o instrumentos de su malicia; el acto de usar los medios para este propósito especialmente la solemne y autoritaria reprensión del demonio, en el nombre de Dios, o cualquier poder superior al cual él es sujeto.

Funciones: El exorcismo es una antigua y particular forma de oración que hace un ministro ordenado de la Iglesia, en nombre de Jesucristo y por el poder que Jesucristo ha otorgado a su Iglesia para liberar del poder de Satanás, demonio. Por lo tanto, no es oración personal sino de la Iglesia. Jesús impartió su poder liberador a sus discípulos para que ellos y sus sucesores continuaran la misión de liberación y exorcismo en su nombre. Por lo tanto, el protagonista en el exorcismo es Dios a través de su ministro y no el demonio. Él les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad, os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada os podrá hacer daño» Lucas 10,18-19. El exorcista ante todo busca llevar la persona atribulada a un encuentro con Jesús. Para ello es necesario apertura a los canales de gracia en la Iglesia: la confesión, la eucaristía, la meditación de la Palabra, la comunidad, la catequesis... Es un camino de fe en la que se invita también a la familia Cf. Mc 9, 14-29. El exorcismo tiene como punto de partida la fe de la Iglesia, según la cual existen Satanás y los otros espíritus malignos. La doctrina católica nos enseña que los demonios son ángeles caídos a causa de sus pecados, que son seres espirituales de gran inteligencia y poder".

P/: ¿Qué es el Diaconado?

R/: El diácono es considerado un servidor, un clérigo o un ministro eclesiástico, cuyas calificaciones y funciones muestran variaciones según las distintas ramas del cristianismo.

En las Iglesias católica, copta y ortodoxa se refiere así a aquél que ha recibido el primer grado del sacramento del Orden Sagrado por la imposición de las manos del Obispo, y por lo tanto se lo considera la imagen sacramental de Cristo servidor, en virtud de la Sagrada Escritura que especifica: «Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos» (Marcos 10:45).

Diácono transitorio

Se califica como transitorios a aquellos diáconos a los cuales se les confiere este ministerio por un período limitado de tiempo, hasta culminar sus estudios y ser ordenados presbíteros por el Obispo. Por lo tanto, los presbíteros son usualmente ordenados con anterioridad en calidad de diáconos transitorios (es decir, en tránsito hacia el presbiterado).

Funciones de los diáconos

Las funciones del diácono en la Iglesia católica son:

1) Proclamar el Evangelio, predicar y asistir en el Altar;

2) Administrar el sacramento del bautismo,

3) Presidir la celebración del sacramento del matrimonio,

4) Conferir los sacramentales (tales como la bendición, el agua bendita, etc.)

5) Llevar el Viático (sacramento de la eucaristía así llamado cuando se administra particularmente a los enfermos que están en peligro de muerte) pero no puede administrar el sacramento de la unción de los enfermos.

Además, y siempre de acuerdo con lo que determine la jerarquía, puede:

1. Dirigir la administración de alguna parroquia;

2. Ser designado a cargo de una Diaconía;

3. Presidir la celebración dominical, aunque no consagrar la Eucaristía (lo cual corresponde solo al presbítero).

Puede además efectuar otros servicios, según las necesidades específicas de la Diócesis, particularmente todo aquello relacionado con la realización de obras de misericordia, y la animación de las comunidades en que se desempeñan.

Vestiduras propias del diácono

Las vestiduras propias del diácono son la estola puesta al modo diaconal, es decir, cruzada en el cuerpo desde el hombro izquierdo y unida en el lado derecho, a la altura de la cintura.

El diácono también puede usar camisa clerical: clériman.

P/: ¿Qué es el Orden Sacerdotal?

R/: Es el sacramento por el que algunos de entre los fieles quedan constituidos ministros sagrados, al ser marcados con un carácter indeleble, y así son consagrados y destinados a apacentar el pueblo de Dios según el grado de cada uno, desempeñando en la persona de Cristo Cabeza las funciones de enseñar, santificar y regir.

De los sacerdotes -otros Cristos- depende en gran parte la vida sobrenatural de los fieles, ya que solamente ellos pueden hacer presente a Jesucristo sobre el altar y perdonar los pecados. Aunque éstas son las dos funciones principales del ministerio sacerdotal, su misión no se agota ahí: administra también los otros sacramentos, predica la palabra divina, dirige espiritualmente, etc. Es decir, participa del triple poder de Cristo:

1) Poder de santificar, administrando los sacramentos, sobre todo el de la Penitencia y el de la Eucaristía.

2) Poder de regir, dirigiendo a las almas, orientando su vida hacia la santidad.

3) Poder de enseñar, anunciando a los hombres el Evangelio.

Sacramento de La Nueva Ley

Jesucristo es el verdadero y supremo Sacerdote de la Nueva Ley, pues sólo Él nos reconcilió con Dios por medio de su Sangre derramada en la Cruz (cfr. Hebr. 8, 1; 9, 15). Sin embargo, quiso Jesús que algunos hombres, escogidos por El, participaran de la dignidad sacerdotal de modo que llevaran los frutos de la redención a todos los demás. Con ese fin instituyó el sacerdocio de la Nueva Alianza (cfr. Lc. 22, 19). A su vez los Apóstoles, inspirados por Dios, sabían que el encargo de Jesús no acabaría con ellos, y por eso transmitían el ministerio mediante el sacramento del orden, que administraban por la imposición de las manos y la oración (cfr. Hechos 14, 23-24). De este modo, comunicaban a otros hombres el poder de regir, santificar y enseñar que ellos habían recibido directamente del Señor.

Efectos del Sacramento del Orden

Por la ordenación sagrada, el sacerdote es constituido ministro de Dios y dispensador de los tesoros divinos (cfr. I Cor. 4, 1). Con este sacramento recibe una serie de efectos sobrenaturales que le ayudan a cumplir su misión, siendo los principales:

a) el carácter indeleble,

b) la potestad espiritual,

c) el aumento de gracia santificante y

d) la concesión de la gracia sacramental.

Este sacramento imprime carácter indeleble, distinto al del bautismo y al de la confirmación, que constituye al sujeto en sacerdote para siempre: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec (Hebr. 5, 5-6).

Los presbíteros (del griego presbyterós = anciano), aunque no tienen la plenitud del sacerdocio y dependen de los obispos en el ejercicio de su potestad, tienen el poder de:

- consagrar el Cuerpo y la Sangre de Cristo;

- perdonar los pecados;

- ayudar a los fieles con las obras y la doctrina;

- administrar aquellos otros sacramentos que no requieran necesariamente el orden episcopal.

Diversidad de grados en el sacramento del orden

El ministerio eclesiástico, instituido por Dios, está ejercido en diversos órdenes que ya desde antiguo reciben los nombres de obispos, presbíteros y diáconos.

La doctrina católica, expresada en la liturgia, el magisterio y la práctica constante de la Iglesia, reconoce que existen dos grados de participación ministerial en el sacerdocio de Cristo: el episcopado y el presbiterado. El diaconado está destinado a ayudarles y a servirles. Por eso, el término 'sacerdos' designa, en el uso actual, a los obispos y a los presbíteros, pero no a los diáconos. Sin embargo, la doctrina católica enseña que los grados de participación sacerdotal (episcopado y presbiterado) y el grado de servicio (diaconado) son los tres conferidos por un acto sacramental llamado 'ordenación', es decir, por eso sacramento del Orden.

P/: ¿Qué es el Episcopado?

R/: Entre los diversos ministerios que existen en la Iglesia, ocupa el primer lugar el ministerio de los obispos que, a través de una sucesión que se remota hasta el principio, son los transmisores de la semilla apostólica.

En orden a la consagración de la Eucaristía su potestad no excede a la de los presbíteros, pero sí la excede en:

- conferir el sacramento del orden;

- terminar el ciclo de la iniciación cristiana confiriendo el sacramento de la confirmación;

- de ordinario, se reserva también a los obispos la consagración de los santos óleos;

- el derecho a predicar en cualquier lugar;

- el ser colocados al frente de las diócesis o Iglesias locales y gobernarlas con potestad ordinaria, bajo la autoridad de la IGLESIA; pero tiene al mismo tiempo con todos sus hermanos en el episcopado colegialmente, la solicitud de todas las Iglesias.

- le corresponde, en su diócesis, dictar normas sobre el seminario, sobre la predicación, sobre la liturgia, etc.

Además, son los obispos quienes conceden a los presbíteros cualquier poder de régimen que puedan tener sobre los demás fieles, y el encargo de predicar la palabra divina.

Sobre el Matrimonio

P/: ¿Qué es Matrimonio?

R/: Es un Sacramento mediante el cual, por la libre promesa de mutua fidelidad del novio y la novia ante el Sacerdote y la Iglesia, se bendice su unión conyugal en imagen de la unión espiritual de Cristo con la Iglesia, y se ruega para que se les conceda la gracia de una pura unión, una bendecida procreación y educación cristiana de sus hijos.

P/: ¿De dónde sabemos que el Matrimonio es un Sacramento?

R/: De las siguientes palabras del Apóstol San Pablo: "La Escritura dice: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa y los dos formarán un solo ser. Es éste un misterio muy grande, pues lo refiero a Cristo y a la Iglesia." (Efes. 5:31-32).

P/: ¿Es obligación para todos casarse?

R/. No. La virginidad es mejor que el matrimonio, si alguno tiene el don de mantenerla inmaculada. Sobre esto, Jesucristo mismo dijo expresamente: "Jesús les contestó: «No todos pueden captar lo que acaban de decir, sino aquellos que han recibido este don. Hay hombres que han nacido eunucos. Otros fueron mutilados por los hombres. Hay otros todavía, que se hicieron tales por el Reino de los Cielos. ¡Entienda el que pueda!" (Mat. 19:11-12). Y el Apóstol San Pablo dice: "A los solteros y a las viudas les digo que estaría bien que se quedaran como yo. Pero si no logran contenerse, que se casen, pues más vale casarse que estar quemándose por dentro... Yo quisiera verlos libres de preocupaciones. El que no se ha casado se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarle. No así el que se ha casado, pues se preocupa de las cosas del mundo y de cómo agradar a su esposa, y está dividido... Así, pues, el que la casa obra bien, y el que no la casa obra mejor." (1 Cor. 7:8-9, 32-33 y 38).

El undécimo artículo, de la futura resurrección de los muertos.

P/: ¿Qué es la Resurrección de los muertos, que según las palabras del Símbolo de la fe esperamos o aguardamos los cristianos?

R/: Es un acto de Dios Todopoderoso, por el cual todos los cuerpos de los muertos, reunidos con sus almas, retornarán a la vida y serán, de ahí en más, espirituales e inmortales. "Se siembra un cuerpo animal, y despierta un cuerpo espiritual. Pues si los cuerpos con vida animal son una realidad, también lo son los cuerpos espirituales" (1 Cor. 15:44); "Porque es necesario que nuestro ser mortal y corruptible se revista de la vida que no conoce la muerte ni la corrupción." (Id. 53).

P/: ¿Como resucitará el cuerpo después de corrompido y descompuesto en la tierra?

R/: Dado que Dios formó originariamente el cuerpo de la tierra puede igualmente restaurarlo después que se haya descompuesto en ella. El Apóstol San Pablo ilustra esto por la analogía de una semilla, que perece en la tierra, pero de la cual nace luego una planta, o árbol: "¡Necio! Lo que tú siembras debe morir para recobrar la vida." (1 Cor. 15:36).

P/: ¿Exactamente todos resucitarán?

R/: Todos los que murieron, sin excepción; mas los que en tiempos de la resurrección general estén vivos, tendrán sus cuerpos carnales instantáneamente transformados en espirituales e inmortales: "Por eso les enseño algo misterioso: aunque no todos muramos, todos tendremos que ser transformados cuando suene la última trompeta. Será cosa de un instante, de un abrir y cerrar de ojos. Al toque de la trompeta los muertos resucitarán como seres inmortales, y nosotros también seremos transformados." (1 Cor. 15:51-52).

P/: ¿Cuándo ocurrirá la Resurrección de los muertos?

R/: Al final de este mundo visible.

P/: ¿Entonces el mundo entero llegará a su fin?

R/: Sí. Este mundo corruptible llegará a su fin y será transformado en otro incorruptible: "porque el mundo creado también dejará de trabajar para el polvo, y compartirá la libertad y la gloria de los hijos de Dios." (Rom 8:21); "Mas nosotros esperamos, según la promesa de Dios, cielos nuevos y una tierra nueva en que reine la justicia." (2 Pedro 3:13).

P/: ¿Cómo será transformado el mundo?

R/: Por el fuego. "Del mismo modo ahora la palabra de Dios es la que conserva nuestro cielo y nuestra tierra, pero serán destruidos por el fuego el día del Juicio, cuando los impíos también sean destruidos" (2 Pedro 3:7).

P/: ¿En qué estado estarán las almas de los muertos hasta la resurrección general?

R/: Las almas de los justos están en la luz y el reposo, parecido a la bienaventuranza eterna. Y las almas de los impíos en un estado contrario a éste.

P/: ¿Por qué no se adscribe a las almas de los justos bienaventuranza perfecta inmediatamente después de la muerte?

R/: Porque está ordenado que la completa retribución de acuerdo con las obras sea recibida por el hombre completo, después de la resurrección del cuerpo, después del último juicio de Dios. El Apóstol San Pablo dice: "Sólo me queda recibir la corona de toda vida santa con la que me premiará aquel día el Señor, juez justo; y conmigo la recibirán todos los que anhelaron su venida gloriosa." (2 Tim. 4:8); y "Pues todos hemos de comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir cada uno lo que ha merecido en la vida presente por sus obras buenas o malas." (2 Cor. 5:10).

P/: ¿Por qué adjudicamos a las almas de los justos un anticipo de gloria antes del último juicio?

R/: Por el testimonio de Jesucristo mismo, que dijo en la parábola que el justo Lázaro fue al seno de Abraham inmediatamente después de su muerte "Pues bien, murió el pobre y fue llevado por los ángeles al cielo junto a Abraham. También murió el rico, y lo sepultaron." (Lucas 16:22).

P/: ¿Este anticipo de gloria está unido con la gracia gloriosa de ver a Jesucristo mismo?

R/: Es así más especialmente con los santos, como nos fue dado a entender por el Apóstol San Pablo: "Me siento urgido por los dos lados: por una parte siento gran deseo de romper las amarras y estar con Cristo, lo que sería sin duda mucho mejor." (Filip. 1:23)

P/: ¿Qué debe señalarse respecto de aquellas almas que partieron con fe, pero que no tuvieron tiempo de realizar dignas obras de arrepentimiento?

R/: Que pueden ser ayudadas para alcanzar una bendita resurrección por las oraciones ofrecidas en su sufragio, especialmente aquellas que son ofrecidas en unión con la oblación del Sacrificio Incruento del Cuerpo y la Sangre de Cristo, y por las obras de misericordia hechas con fe, en su memoria.

P/: ¿En qué está basada esta enseñanza?

R/: En la constante tradición de la Iglesia Católica (Universal), las fuentes de lo cual pueden ser vistas incluso en la Iglesia del Antiguo Testamento. Judas Macabeo ofreció sacrificio por los soldados caídos: "Luego efectuó una colecta que le permitió mandar a Jerusalén unas dos mil monedas de plata para que se ofreciese allí un sacrificio por el pecado." (2 Mac. 12:43). La oración por los que han partido es parte fija de la Divina Liturgia, desde la primera liturgia del Apóstol Santiago. San Cirilo de Jerusalem dice: "Grandes serán los beneficios para aquellas almas por las cuales se ofrece oración en el momento en que el Santo y Terrible Sacrificio es expuesto" (Lec. Myst. 5, cap. 9). San Basilio el Grande, en sus oraciones de Pentecostés, dice: "El Señor concede recibir de nosotros oraciones propiciatorias y sacrificios por aquellos que están en el hades, y permite la esperanza de obtener para ellos paz, alivio y libertad."

El Duodécimo artículo, de la Vida Eterna.

P/: ¿Qué es la vida del mundo por venir?

R/: La vida que será después de la resurrección de los muertos y el juicio general de Cristo.

P/: ¿Qué clase de vida será?

R/: Para aquellos que creen, que aman a Dios y hacen lo bueno, será tan bienaventurada, que no podemos concebir ahora tal bienaventuranza: "Amados, a pesar de que ya somos hijos de Dios, no se ha manifestado todavía lo que seremos; pero sabemos que cuando él aparezca en su gloria, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es." (1 Juan 3: 2). "Sé de un cierto creyente, el cual hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo. Si fue con el cuerpo o fuera del cuerpo, eso no lo sé, lo sabe Dios. Y sé que ese hombre, sea con cuerpo o fuera del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe, fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras que no son para el oído y que nadie sabría expresar." (2 Cor. 12: 2-4).

P/: ¿De dónde procede tan grande bienaventuranza?

R/: De la contemplación de Dios en luz y gloria, y de la unión con Él: "Así también en el momento presente vemos las cosas como en un espejo, confusamente, pero entonces las veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como soy conocido." (1 Cor. 13:12). "Y cuando el universo le quede sometido, el Hijo se someterá a Aquel que le sometió todas las cosas, para que en adelante Dios sea todo en todos." (1 Cor. 15:28); "Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. Quien tenga oídos, que entienda." (Mat. 13:43).

P/: ¿Participará también el cuerpo en la bienaventuranza del alma?

R/: Sí. El cuerpo también será glorificado con la luz de Dios, como lo fue el Cuerpo de Cristo en su Transfiguración en el Monte Tabor: "Se siembra como cosa despreciable, y resucita para la gloria. Se siembra un cuerpo impotente, y resucita lleno de vigor" (1 Cor. 15:43); "Y del mismo modo que ahora llevamos la imagen del hombre terrenal, llevaremos también la imagen del celestial" (Id. 49).

P/: ¿Serán todos igualmente felices?

R/: No. Habrá diferentes grados de bienaventuranza, en proporción a los esfuerzos de cada uno aquí en fe, amor y buenas obras: "También el resplandor del sol es muy diferente del resplandor de la luna y las estrellas, y el brillo de una estrella difiere del brillo de otra. Lo mismo ocurre con la resurrección de los muertos. Se siembra un cuerpo en descomposición, y resucita incorruptible." (1 Cor. 15:41-42).

P/: ¿Qué beneficio obtendremos al meditar sobre la muerte, la resurrección, el último juicio, la bienaventuranza eterna y el tormento eterno?

R/: Estas meditaciones nos ayudan para abstenernos del pecado, y para quitar nuestras aficiones a las cosas terrenas. Nos consuelan por la ausencia o pérdida de bienes terrenales, nos incitan a guardar nuestras almas y cuerpos puros, a vivir para Dios y la eternidad, y así alcanzar salvación eterna.

SEGUNDA PARTE DEL CATECISMO DE LA OCCLA SOBRE LA ESPERANZA

DEFINICIONES DE LA ESPERANZA CRISTIANA, SUS FUNDAMENTOS Y MEDIOS PARA LOGRARLA.

P/: ¿Qué es la esperanza?

R/: Esperanza: Siguiendo a Santo Tomás de Aquino, la esperanza se define como la «virtud infusa que capacita al hombre para tener confianza y plena certeza de conseguir la vida eterna y los medios, tanto sobrenaturales como naturales, necesarios para alcanzarla, apoyado en el auxilio omnipotente de Dios». La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo.

P/: ¿Qué es la esperanza cristiana?

R/: Es la tranquilidad del corazón en Dios, con la verdadera confianza de que Él siempre cuida por nuestra salvación, y nos dará la bienaventuranza que prometió.

P/: ¿Cuál es la base de la esperanza cristiana?

R/: El Señor Jesucristo es nuestra esperanza, o el fundamento de nuestra esperanza: "Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios, nuestro Salvador, y de Cristo Jesús, nuestra esperanza," (1 Tim. 1:1). "Por tanto, tengan listo su espíritu y estén alerta, poniendo toda su esperanza en esta gracia que será para ustedes la venida gloriosa de Cristo Jesús." (1 Pedro 1:13).

P/: ¿Cuáles son los medios para alcanzar una esperanza salvadora?

R/: Los medios para esto son: primero, la oración y segundo, la verdadera enseñanza sobre la bienaventuranza y el real seguimiento u aplicación de la misma.

Sobre la oración

P/: ¿Hay algún testimonio de la palabra de Dios sobre la oración como medio de alcanzar la esperanza salvadora?

R/: Jesucristo mismo une la esperanza de recibir nuestros deseos con la oración: "Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo." (Juan 14: 13).

P/: ¿Qué es la oración?

R/: La oración es la acción de comunicarse con Dios, ya sea para ofrecer pleitesía, hacer una petición o simplemente expresar los pensamientos y las emociones. Con la Virgen María, para venerarla o pedir por su intercesión. O por un santo para que interceda por nosotros.

Conforme a la Iglesia católica, la oración es un diálogo entre Dios y los hombres. El hombre ha sido creado para glorificar a Dios, a través de la oración se le da gloria, de lo cual el ser humano se beneficia espiritualmente, recibiendo el Amor del Padre por la comunión con Jesucristo a través del Espíritu Santo.

P/: ¿Qué debe hacer el cristiano cuando eleva su corazón y su mente hacia Dios?

R/: Primero, glorificarlo por su divina perfección; segundo, agradecerle por sus misericordias; tercero, rogarle por lo que necesita. Así, hay tres géneros principales de oración: Alabanza, Agradecimiento y Petición.

P/: ¿Puede el hombre orar sin palabras, en silencio?

R/: Puede, con la mente y el corazón. Un ejemplo de esto puede verse en Moisés antes del pasaje por el Mar Rojo: "Yavé dijo a Moisés: «¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que se pongan en marcha." (Éx. 14:15).

P/: ¿Tiene este tipo de oración un nombre especial?

R/: Es la llamada espiritual, u oración del corazón y la mente, en una palabra, oración interior; mientras, por otra parte, la oración expresada en palabras y acompañada por otros signos de devoción, es llamada oral o externa.

P/: ¿Puede haber oración exterior sin la interior?

R/: Puede. Cuando alguien emite palabras de oración sin atención ni fervor.

P/: ¿Alcanza la oración exterior para obtener la gracia?

R/: Está tan lejos de obtener la gracia que, por el contrario, ofende a Dios. Dios mismo declaró su desagrado por tal plegaria: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me rinden no sirve de nada, las doctrinas que enseñan no son más que mandatos de hombres." (Mat. 15:8-9).

P/: ¿Es suficiente la oración interior sin la exterior?

R/: Esto es como preguntar si el alma sola le alcanza al hombre, sin el cuerpo. Dios tuvo complacencia en crear al hombre consistente de alma y cuerpo; de la misma manera, es innecesario preguntarse si la oración interior es suficiente sin la exterior. Dado que tenemos cuerpo y alma, debemos glorificar a Dios en nuestros cuerpos y en nuestras almas, que son de Dios, siendo natural que de la abundancia del corazón habló la boca. Nuestro Señor Jesucristo era espiritual en grado sumo, pero incluso Él expresó su oración espiritual por palabras y gestos devotos del cuerpo; a veces, por ejemplo, elevando sus ojos al cielo, a veces arrodillándose o postrando su rostro en el suelo: "Ustedes han sido comprados a un precio muy alto; procuren, pues, que sus cuerpos sirvan a la gloria de Dios." (1 Cor. 6:20); "Raza de víboras, si ustedes son tan malos, ¿cómo pueden decir algo bueno? La boca siempre habla de lo que está lleno el corazón" (Mat. 12:34); "Dicho esto, Jesús elevó los ojos al cielo y exclamó: «Padre, ha llegado la hora; ¡glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te dé gloria a ti!" (Juan 17:1); "Después se alejó de ellos como a la distancia de un tiro de piedra, y doblando las rodillas oraba" (Lucas 22:41); "Fue un poco más adelante y, postrándose hasta tocar la tierra con su cara, oró así: «Padre, si es posible, que esta copa se aleje de mí. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú." (Mat. 26:39).

Sobre la Oración del Señor

P/: ¿Hay una oración que puede ser definida como oración general del cristiano, y modelo de todas las oraciones?

R/: Sí. Ésta es la Oración del Señor.

P/: ¿Qué es la Oración del Señor?

R/: Una oración que Nuestro Señor Jesucristo enseñó a los Apóstoles, y que ellos extendieron a todos los creyentes.

P/: ¿Cómo dice esa oración?

R/: Padre nuestro que estás en el cielo 1. santificado sea tu Nombre; 2. venga a nosotros tu reino; 3. hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. 4. Danos hoy nuestro pan de cada día; 5. perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; 6. no nos dejes caer en la tentación, 7. y líbranos del mal (o del maligno). (Mateo 6: 9-13).

Sobre la enseñanza de la bienaventuranza

P/: ¿Qué debemos unir a la oración, para estar fundamentados en la esperanza de salvación y bienaventuranza?

R/: Nuestros propios esfuerzos para alcanzar la santidad. Sobre este punto el Señor mismo dice: "¿Por qué me llaman: ¡Señor! ¡Señor!, y no hacen lo que digo?" (Lucas 6:46); "No bastará con decirme: ¡Señor!, ¡Señor!, para entrar en el Reino de los Cielos; más bien entrará el que hace la voluntad de mi Padre del Cielo." (Mat. 7:21).

P/: ¿Qué enseñanza debemos tomar como guía en nuestros esfuerzos?

R/: La enseñanza de Nuestro Señor Jesucristo, que está brevemente expuesta en sus bienaventuranzas.

P/: ¿Cuántas son estas bienaventuranzas?

R/: Las nueve siguientes:

· Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.

· Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.

· Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

· Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

· Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

· Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

· Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

· Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

· Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.

Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos.( Mateo 5,3-12.)

P/: ¿Qué debe observarse sobre todas estas bienaventuranzas, para su correcta comprensión?

R/: Que el Señor propuso en estas palabras la enseñanza para alcanzar la bienaventuranza como está expresamente dicho en el Evangelio: "Abrió su boca y enseñó"; mas siendo humilde de corazón y manso, propuso su enseñanza no en forma de mandato, sino de bendición a aquellos que por su propia libre voluntad la reciben y cumplen. Consecuentemente, en cada bienaventuranza debemos considerar, primero, la enseñanza o mandamiento, y segundo, el ensalzamiento o promesa de recompensa.

Las bienaventuranzas, nos enseñan como bien amar a Dios, es un "manual" donde se expresa la voluntad de Dios para con los que lo aman en las respuestas mismas del amor.

TERCERA PARTE DEL CATECISMO DE LA OCCLA SOBRE LA UNIÓN EN FE Y AMOR

P/: ¿Qué es la caridad?

R/: La caridad ((en griego: αγάπη (agapë), 'amor fraternal') y (en latín: caritas) o amor (del español moderno) es la virtud de amar a Dios sobre todas las cosas, aún sobre sí mismo. La Iglesia católica considera que la caridad es aquella virtud teologal por la cual se ama a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y al prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios. La caridad tiene por frutos el gozo, la paz y la misericordia. Exige la práctica del bien y la corrección fraterna; es benevolencia; suscita la reciprocidad; es siempre desinteresada y generosa; es amistad y comunión.

La caridad nace del amor de Dios a los humanos, y de la respuesta del hombre a ese amor. Amemos, pues, ya que él nos amó primero, (1 Jn 4, 19).

De hecho, constituye el mandamiento principal de Jesucristo a los apóstoles y discípulos: «Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado», (Jn 13, 34).

P/: ¿Cuál será el efecto y el fruto de la verdadera fe en el cristiano?

R/: Amor y buenas obras conformes con esto. "Para los que están en Cristo Jesús -dice el Apóstol San Pablo- ya no son ventajas el tener o no tener la circuncisión; solamente vale la fe que actúa mediante el amor."(Gál. 5:6).

P/: ¿No es suficiente la fe sola para el cristiano, sin amor ni buenas obras?

R/: No, porque la fe sin amor y buenas obras es inactiva y muerta, y así no puede conducir a la vida eterna. "pues el amor a nuestros hermanos es para nosotros el signo de que hemos pasado de la muerte a la vida." (1 Juan 3: 14); "Hermanos, si uno dice que tiene fe, pero no viene con obras, ¿de qué le sirve? ¿Acaso lo salvará esa fe? ... Porque así como un cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe que no produce obras está muerta." (Santiago 2:14 y 26). Y con respecto al Amor, es él, el fundamento verdadero de nuestra fe. No hay otra razón de estar con Dios que no sea el amor, las discusiones con ateos y agnósticos de nada sirven, si no mostramos nuestra libertad de optar por amar a Dios, todo lo demás es basura especulativa, es optar por Dios para solo conseguir un buen pasar. El Amor a Dios debe ser lo fundamental en nuestra relación para con Él.

P/: ¿Puede un hombre ser salvado por el amor y las buenas obras, sin tener fe?

R/: Es imposible que un hombre que no tiene fe en Dios realmente lo ame. Por otra parte, el hombre, arruinado por el pecado, no puede realmente hacer buenas obras si no recibe por la fe en Jesucristo la fortaleza espiritual o Gracia de Dios. "pero sin la fe es imposible agradarle, pues nadie se acerca a Dios si antes no cree que existe y que recompensa a los que lo buscan." (Heb. 11:6); "Por el contrario, pesa una maldición sobre todos los que se van a las observancias, pues está escrito: Maldito el que no cumple siempre todo lo que está escrito en la Ley." (Gál. 3:10); "A nosotros, en cambio, el Espíritu nos da la convicción de que por la fe seremos tales como Dios nos quiere." (Gál. 5:5); "Ustedes han sido salvados por la fe, y lo han sido por gracia. Esto no vino de ustedes, sino que es un don de Dios; tampoco lo merecieron por sus obras, de manera que nadie tiene por qué sentirse orgulloso." (Efes. 2:8-9).

P/: ¿Qué debe pensarse de un amor que no es acompañado de buenas obras?

R/: Tal amor no es real, porque el verdadero amor se muestra naturalmente por buenas obras. Jesucristo dice: "El que guarda mis mandamientos después de recibirlos, ése es el que me ama. El que me ama a mí será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él... Jesús le respondió: «Si al guíen me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará." (Juan 14:21 y 23). El Apóstol San Juan escribe: "Amar a Dios es guardar sus mandatos, y sus mandatos no son una carga." (1 Juan 5:3); "Hijitos, no amemos con puras palabras y de labios para afuera, sino de verdad y con hechos." (1 Juan 3:18).

SOBRE LA LEY DE DIOS Y LOS MANDAMIENTOS

P/: ¿Qué medios tenemos para distinguir las buenas obras de las malas?

R/: En un comienzo, Dios, dio 10 mandamientos ""Yo soy Yavé, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud. No tendrás otro dios delante de mí. No te harás ídolos, no te harás figura alguna de las cosas que hay arriba en el cielo o aquí debajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. Ante ellas no te hincarás ni les rendirás culto; porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian. Pero mantengo mi favor por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos. No harás mal uso del nombre de Yavé, tu Dios, porque Yavé no dejará sin castigo a quien se aproveche de su nombre.

Cuida de santificar el día sábado, como Yavé, tu Dios, te lo manda. Seis días tienes para trabajar y hacer tus quehaceres. Pero el día séptimo es el Descanso en honor de Yavé, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu servidor, ni tu sirvienta, ni tu buey, ni tu burro u otro de tus animales. Tampoco trabajará el extranjero que está en tu país. Tu servidor y tu sirvienta descansarán así como tú, pues no olvides que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, de la que Yavé, tu Dios, te sacó actuando con mano firme y dando grandes golpes; por eso Yavé, tu Dios, te manda guardar el día sábado.

Honra a tu padre y a tu madre, como Yavé, Dios tuyo, te lo tiene mandado, y tus días se prolongarán por mucho tiempo y te irá bien en la tierra que Yavé, tu Dios, te da. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás falso testimonio contra tu prójimo. No desearás la mujer de tu prójimo. No codiciarás la casa de tu prójimo, ni su campo, ni su servidor, ni su sirvienta, ni su buey, ni su burro, ni cosa alguna suya." (Deut. 5: 6-21), pero Nuestro Señor Jesucristo, nos los resumió en uno solo, y más perfecto: "Amarás al Señor, tu Dios y a tu prójimo como a ti mismo."

Los Diez mandamientos son:

1. Yo soy el Señor, tu Dios, no tengas otros dioses más que a Mí.

2. No hagas escultura, ni imagen alguna, ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra, no te postres antes ellas ni les sirvas.

3. No tomes el nombre del Señor, tu Dios, en vano.

4. Recuerda el día sábado para santificarlo, seis días haz y ocúpate de todos tus tareas, más el séptimo día, sábado, dedícalo al Señor, tu Dios.

5. Honra a tu padre y a tu madre para que tus días se prolonguen y sean buenos en la tierra.

6. No mates.

7. No cometas adulterio.

8. No robes.

9. No digas falso testimonio contra tu prójimo.

10. No codicies la mujer de tu prójimo, ni la casa de tu prójimo, ni sus campos, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que le pertenezca.

P/: ¿Qué significa la división de los mandamientos en dos tablas?

R/: Que contienen dos clases de amor: amor a Dios y amor al prójimo, y prescriben dos diferentes tipos de deberes correspondientes.

P/: ¿Dijo Jesucristo algo sobre esto?

R/: Cuando se le preguntó cuál es el mayor mandamiento de la Ley, El replicó: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la Ley?. Jesús le dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el gran mandamiento, el primero. Pero hay otro muy parecido: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Toda la Ley y los Profetas se fundamentan en estos dos mandamientos." (Mat. 22: 36-40).

P/: ¿Son todos los hombres nuestro prójimo?

R/: Sí, todos, porque todos son la creación de un sólo Dios y descienden de un hombre; mas nuestros prójimos en la fe son doblemente prójimos para nosotros, siendo hijos de un Padre Celestial por fe en Jesucristo.

P/: ¿Por qué no hay un mandamiento de amarnos a nosotros mismos?

R/: Porque nos amamos a nosotros mismos naturalmente y sin ningún mandamiento. "Y nadie aborrece su cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo cuida. Y eso es justamente lo que Cristo hace por la Iglesia," (Efes. 5:29).

P/: ¿Qué relación hay entre nuestro amor a Dios, al prójimo y a nosotros mismos?

R/: Debemos amarnos no por nosotros mismos sino por causa de Dios, y parcialmente por la de nuestro prójimo. Debemos amar a nuestro prójimo por la causa de Dios, pero debemos amar a Dios por Él mismo y por sobre todas las cosas. El amor propio debe ser sacrificado por el amor al prójimo y amores deben ser sacrificados por el amor a Dios. "No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos," (Juan 15:13). "El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí." (Mat. 10:37).

Sobre el primer mandamiento

P/: ¿Que significan las palabras "Yo Soy el Señor, tu Dios"?

R/: Por estas palabras, Dios se presenta a Sí mismo al hombre y así le manda conocerlo como el Señor su Dios.

P/: ¿Qué obligaciones particulares deducimos del mandamiento de conocer a Dios?

R/: 1. Debemos buscar aprender el conocimiento de Dios como el más esencial de todos los conocimientos.

2. Debemos atender las instrucciones de Dios y sus obras en la Iglesia, y en las conversaciones de materia religiosa en el hogar.

3. Debemos leer o escuchar leer libros de instrucción en el conocimiento de Dios; en primer lugar las Sagradas Escrituras y segundo los escritos de los Santos Padres.

P/: ¿Qué significa las palabras "no tengas otro Dios más que a Mí"?

R/: En tiempos antiguos, la veneración al Creador estaba sujeta dentro de un panteón inmenso de dioses. Esto sucedía porque los dioses eran temidos, por lo cual muchas veces, se instituía sacrificios humanos y la quema de los propios hijos, para alejar la desgracia o la pobreza del interesado. El concepto moral se desprendía de los resultados terrenales, el resultado era del interesado y no de Dios. Una fe adulta, en cambio, nos dice que todos nuestros esfuerzos, son vanidad de vanidades, a no ser que los mismos estén consagrados a Dios, y para Dios todos los resultados.

Para ello, es necesario, salir del concepto panteísta, y reconocer a un solo Dios, y con ello, por medio de la gracia, nos reconocemos como de su mismo linaje. Es necesario entonces, comprender, que si El Señor, es Nuestro Dios, por nuestro no entendemos propiedad de Dios, sino participación en su amor inefable. Actuar en respuesta a este mandamiento, es simple: "Amar a Dios". La Divina Liturgia, representa exactamente una celebración del Amor a Dios, es la escalera de Jacob, es la conjunción de Cielo y Tierra, donde el Amor a Dios es el acto fundamental del pueblo. ¿Nos pide Dios que lo amemos como mandato? No, solo que le reconozcamos, pero dicho reconocimiento nos hace amarlo... nos lleva a la perfección desde un mandato, lo cual demuestra su máxima e inacabable misericordia. Las divinas liturgias, no son otra cosa que una respuesta de la creación toda a Dios, conmemorando su descanso... es un acto de la humanidad tratando de conseguir la excelencia para responder a tan magnánimo amor divino.

Sobre el segundo mandamiento

P/: ¿Qué es una escultura, como se dice en el segundo mandamiento?

R/: El segundo mandamiento mismo explica que una escultura o ídolo, es una semejanza con alguna criatura del cielo material o de la tierra, o de las aguas, ante quien los hombres se inclinan y sirven en lugar de hacerlo con Dios. La Iglesia venera Íconos, estos representan los dones del Cielo Espiritual (Nuestro Señor, la Santa Theotokos, los santos, están en la gloria del Padre y no en la tierra, el cielo material ni bajo las aguas).

P/: ¿No está prohibido así tener cualquier tipo de representación sagrada?

R/: De ninguna manera. Esto aparece desde que el mismo Moisés, por el cual Dios dio los mandamientos, recibió de Dios al mismo tiempo una orden de emplazar en el Tabernáculo, o Templo portátil de los israelitas, representaciones sagradas de querubines en oro, y ubicarlas en la parte interior del Templo, hacia donde se tornaba el pueblo para adorar a Dios.

P/: ¿Por qué este ejemplo es digno de remarcarse para la Old Catholic Church Of Latin American?

R/: Porque ilustra su uso de los santos íconos.

P/: ¿Qué es ícono?

R/: Es una palabra griega que significa imagen o representación. En la Iglesia este nombre designa representaciones sagradas de Nuestro Señor Jesucristo, Dios encarnado, su Madre y sus Santos.

P/: ¿El uso de íconos se concilia con el segundo mandamiento?

R/: No lo haría si alguien hiciera de ellos dioses, pero honrarlos como representaciones sagradas y usarlos para la recordación religiosa de las obras de Dios y sus Santos es permitido. "Pues así los íconos son libros, escritos en la forma de personas y cosas en lugar de con letras" (ver Greg. Grande. Li. 9, carta 9 ad Serien. Episc.).

P/: ¿Qué nombre tiene, en general el pecado contra el segundo mandamiento?

R/: Idolatría.

P/: ¿Hay otros pecados contra el segundo mandamiento?

R/: Aparte de la idolatría, hay una serie de pecados más sutiles, a los que pertenecen:

1. avaricia;

2. sensualidad, glotonería y ebriedad;

3. orgullo, al que pertenece también la vanidad.

P/: ¿Cómo la avaricia está relacionada con la idolatría?

R/: El Apóstol San Pablo dice expresamente que "Por tanto, hagan morir en ustedes lo que es «terrenal», es decir, libertinaje, impureza, pasión desordenada, malos deseos y el amor al dinero, que es una manera de servir a los ídolos." (Col. 3: 5), porque el hombre avaro sirve al dinero antes que a Dios.

P/: ¿Si el segundo mandamiento prohíbe el amor al lucro, a qué nos enseña?

R/: Al no amontonamiento de riquezas y a la generosidad.

El amor también se manifiesta en este mandamiento. Los ídolos no son camino para nuestra perfección, los ídolos están plagados de debilidades humanas, porque son materiales. Si bien Dios está en todas las cosas, también lo está en la materia con la cual fueron hechos los ídolos, más una parte no es el todo. Católico, si bien significa "universal" dicha palabra se refiere a la completitud. Dios se manifiesta completo, por lo tanto, los ídolos y deidades, no son la completitud de Dios.

Sobre el tercer mandamiento

P/: ¿Cuándo es tomado el nombre de Dios en vano?

R/: Es tomado o expresado en vano, cuando se cita su nombre en conversaciones vanas e inútiles, y aún más, cuando se lo expresa mintiendo o irreverentemente.

Este hecho, es uno de los más horrorosos, por el cual, la Santa Iglesia toda se vio manchada, al igual que fue el arma dialéctica de muchos opresores. Muchos matan en nombre del Señor, otros, juran en nombre de Él que sus cretinos actos han sido buenos... los más, se burlan de Dios diciéndose sus enviados sin serlo, o expresan deseos personales como si de Dios proviniesen. Ese es un acto en contra del amor a Dios. El peor de los horrores, es el de afirmar: "cualquier cosa que haga, me es perdonada, pues Dios me ama". Si bien es cierto que el amor de Dios es incondicional, es inicuo (sin igualdad de medida), esperar, sin arrepentimiento alguno, reconciliarse en el Amor. Aquí, está sujeto un pecado normal en el hombre, el decir: "Así soy yo, no voy a cambiar", pues, para la información de todos, a Dios debemos amarlos con excelencia.

Sobre el cuarto mandamiento

P/: ¿Por qué se manda guardar el séptimo día, más que cualquier otro, como santo para Dios?

R/: Porque Dios hizo el mundo en seis días y al séptimo descansó de la Creación.

P/: ¿El Sabbath es guardado en la Iglesia Cristiana?

R/: No es guardado, estrictamente hablando, como día santo, mas en memoria de la Creación del mundo y como continuación de su observancia original, se lo distingue de los demás días de la semana por una mitigación de las reglas de ayuno.

P/: ¿Cómo obedece, entonces, la Iglesia Cristiana el cuarto mandamiento?

R/: Después de seis días guarda un séptimo, sólo que no el último día de la semana, el Sabbath, sino el primer día de la semana, que es el Día de la Resurrección o Día del Señor (Domingo).

P/: ¿Desde cuándo festejamos el día del Señor?

R/: Desde el mismo tiempo de la Resurrección.

P/: ¿Hay alguna mención en las Sagradas Escrituras acerca de festejar el Día de la Resurrección?

R/: En el libro de los Hechos de los Apóstoles se menciona que los discípulos, es decir los cristianos, se reunían el primer día después del sábado, que era el primer día de la semana o Día de la Resurrección.

Es por eso, que el Domingo, es el día de la resurrección y los cristianos, cumplimos con la respuesta del hombre a Dios en cuanto al amor celebrando la Divina Liturgia, la celebración del amor a Dios por medio de los hombres.

Sobre el quinto mandamiento

P/: ¿Qué obligaciones especiales están prescritas por el quinto mandamiento respecto a los padres, bajo la frase general de honrarlos?

R/: 1. Guardarles respeto.

  • Obedecerlos.
  • Mantenerlos y consolarlos en la vejez y enfermedad.
  • Rogar por la salvación de sus almas, durante sus vidas y después de sus muertes; y cumplir fielmente su última voluntad, mientras no sea contraria a la ley divina y civil; "Luego efectuó una colecta que le permitió mandar a Jerusalén unas dos mil monedas de plata para que se ofreciese allí un sacrificio por el pecado. Era un gesto muy bello y muy noble, motivado por el convencimiento de la resurrección... Porque si no hubiera creído que los que habían caído resucitarían, habría sido inútil y ridículo orar por los muertos. (2 Mac. 12: 43-44); "Y a la comunidad de los recabitas les dijo Jeremías: «Esto declara Yavé de los Ejércitos, el Dios de Israel sobre ustedes: Ya que ustedes han obedecido a la orden de su antepasado Yonadab cumpliendo todo lo que les mandó y actuando como él quería, por eso, lo dice Yavé de los Ejércitos, Dios de Israel: Yonadab, hijo de Recab, siempre tendrá descendientes para servirme." (Jerem. 35: 18-19; J.).

P/: ¿Qué grado de pecado hay en la deshonra a los padres?

R/: Así como es fácil y natural amar y honrar a nuestros padres, a quienes debemos el ser, así de grave es el pecado de deshonra hacia ellos. Por esta causa, en la ley de Moisés se condenaba a muerte al que maldecía a su padre o a su madre: "El que maldiga a su padre o a su madre morirá." (Éxodo 21: 17).

En el honrar a los padres, está implícito también, que los hijos deben procurar su excelencia, esa es la mejor forma de honrarlos y manifestación del amor a Dios.

Sobre el sexto mandamiento

P/: ¿Qué está prohibido por el sexto mandamiento?

R/: El homicidio. Es decir, quitar la vida de nuestro prójimo en cualquier forma.

P/: ¿Cómo debe considerarse el homicidio involuntario, cuando un hombre mata accidentalmente y no intencionadamente?

R/: El hombre que es culpable de homicidio involuntario no puede considerarse inocente, a menos que haya tomado todas las precauciones contra el accidente; de todas maneras, debe limpiar su conciencia de acuerdo con los cánones de la Iglesia.

P/: ¿Con qué casos deben relacionarse los asesinatos y violaciones de este mandamiento?

R/: Aparte del homicidio, por cualquier medio, el mismo pecado puede ser cometido en los siguientes casos y otros similares:

  • Cuando un juez condena a un prisionero sabiendo que es inocente.
  • Cuando se oculta o facilita la fuga del asesino, y así se le da oportunidad de renovar sus crímenes.
  • Cuando alguien puede salvar la vida de un prójimo, pero no lo hace, como cuando un rico ve que un pobre se muere de hambre.
  • Cuando alguien carga excesivamente con trabajos pesados y castigos a los que le están sometidos, y así acelera su muerte.
  • Cuando alguien, por falta de templanza y otros vicios, acorta su propia vida.

Sobre el séptimo mandamiento

P/: ¿Qué está prohibido con el séptimo mandamiento?

R/: El adulterio.

P/: ¿Qué formas de pecado están prohibidas bajo el término de adulterio?

R/: El Apóstol San Pablo aconseja que los cristianos ni siquiera hablen de tales impurezas: "Y ya que son santos, que la fornicación o cualquier clase de impureza o de codicia ni siquiera se mencionen entre ustedes." (Efes. 5:3).

P/: ¿Qué nos enseña el Salvador sobre el adulterio?

R/: "Pero yo les digo: Quien mira a una mujer con malos deseos, ya cometió adulterio con ella en su corazón." (Mat. 5:28).

P/: ¿Estando prohibido el pecado del adulterio, que virtudes se relacionan con él?

R/: Las del amor conyugal y la fidelidad y, para los que puedan recibirla, la pureza perfecta y castidad.

P/: ¿Cómo hablan las Sagradas Escrituras de los deberes del hombre y de la mujer?

R/: "Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella." (Efes. 5:25); "Sométanse así las esposas a sus maridos, como al Señor. El hombre es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, cuerpo suyo, del cual es asimismo salvador." (Efes. 5:22-23).

Es necesario reconocer, que los pecados, tienen como base indiscutible las obsesiones. El hecho enfermizo de tener en mente una persona para el placer personal, y que la misma comience a tomar la mente, que debería ser trono de los más elevados pensamientos, nos reduce a una condición inferior a la animal incluso. No es la reacción biológica de la excitación el pecado, sino la obsesión psicológica implícita en ello, tanto así como el concretar el hecho. La realidad del sentimiento de vacío que se encuentra una vez cumplido el fin de la obsesión, lleva a formular otra obsesión que ocupe el lugar de la anterior. La obsesión, es lo contrario al amor, así como la superstición contraria a la fe verdadera.

Sobre el octavo mandamiento

P/: ¿Qué está prohibido con el octavo mandamiento?

R/: Robar, o apropiarnos de lo que pertenece a otro.

P/: ¿Qué pecados en particular están así prohibidos?

R/: Los principales son:

  • Robo, es decir tomar lo que pertenece a otro por la fuerza.
  • Hurto, cuando algo es sustraído secretamente.
  • Fraude: la apropiación de cosas ajenas mediante artificios; dar moneda falsa por legítima, o mercadería de mala calidad por buena; usar falsos pesos y medidas, para entregar menos de lo vendido; ocultar los bienes, para evitar pagar las deudas; no cumplir honestamente contratos o ejecución de voluntades; ocultar a culpables de deshonestidades, y defraudar así a los injuriados impidiendo la acción de la justicia.
  • Sacrilegio: apropiarse de lo que fue dedicado a Dios o pertenece a la Iglesia.
  • Sacrilegio espiritual, cuando uno pecaminosamente da, y otro fraudulentamente recibe, algún cargo sagrado, no por merecimiento sino por ganancia.
  • Soborno, cuando alguien recibe una suma de quien está bajo su jurisdicción para promoverlo inmerecidamente, absolver al culpable, u oprimir al inocente.
  • Comer del pan de la ociosidad, cuando la gente recibe salario por sus obligaciones, o pago por el trabajo que no cumple, y así en realidad roba su paga, y el beneficio que la sociedad o aquel a quien sirve pudiera haber obtenido por su trabajo. De la misma manera, aquellos que podrían mantenerse a sí mismos trabajando, en lugar de vivir de limosnas.
  • Extorsión, cuando exhibiendo algún derecho, pero en realidad contra la equidad y la humanidad, algunos toman ventaja de la propiedad, los trabajos y hasta el infortunio de otros. Por ejemplo, cuando los acreedores oprimen a los deudores con la usura. Cuando los amos imponen a sus dependientes labores excesivas. Cuando en épocas de hambruna algunos venden pan a precios exorbitantes.

P/: ¿Cuándo se nos prohíben estos pecados, cuáles son las virtudes prescritas?

R/: 1. Desinterés.

  • Fidelidad.
  • Recto juicio.
  • Misericordia con el pobre.

P/: ¿Entonces, el que no muestra misericordia con el pobre peca contra el octavo mandamiento?

R/: Ciertamente, si tiene los medios para asistirlo, pues todo lo que tenemos pertenece en realidad a Dios, y nuestra abundancia es dada por su Providencia para asistir a los pobres. Por ello, si no les damos de nuestra abundancia, en realidad estamos robándolos y defraudándoles de sus derechos y de los dones de Dios.

P/: ¿Existe alguna otra virtud más elevada contraria a los pecados del octavo mandamiento?

R/: Sí, la absoluta pobreza, o renunciación a toda propiedad, que es propuesta por el Evangelio no como una obligación para todos, sino como consejo para los que quieren ser perfectos: "Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, vende todo lo que posees y reparte el dinero entre los pobres, para que tengas un tesoro en el Cielo. Después ven y sígueme." (Mat. 19:21).

Sobre el noveno mandamiento

P/: ¿Qué está prohibido con el noveno mandamiento?

R/: El falso testimonio contra nuestro prójimo, así como mentir.

P/: ¿Qué se prohíbe bajo las palabras falso testimonio?

R/: Se dice que Satanás es el padre de la mentira. Se considera mentira a todo aquello que necesita ser sustentado, mientras que la verdad se sustenta por sí misma, en cuanto a existencia visible o invisible.

Las mentiras abarcan desde las calumnias y maledicencias (falso testimonio), hasta la mentira en sí misma. La verdadera naturaleza de la mentira es perjudicar al prójimo en beneficio del mentiroso. Mientras que el falso testimonio, busca solamente perjudicar al prójimo. Si las mentiras son cosas de Satanás, al igual que Satanás es amo del mundo, podemos afirmar, que las cosas del mundo son mentira, por eso precisan del sustento, sea legal, sea económico. Mentir, pues, es ejecutar los poderes orales de Satanás y del mundo, una grave falta de amor a Dios.

P/: Si queremos evitar los pecados contra el noveno mandamiento, ¿qué reglas debemos seguir?

R/: "El que de veras quiera gozar la vida y vivir días felices, guarde su lengua del mal y que de su boca no salgan palabras engañosas." (1 Pedro 3:10); "Si alguno se cree muy religioso, pero no refrena su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no vale." (Santiago 1:26).

Sobre el décimo mandamiento

P/: ¿Qué prohíbe el décimo mandamiento?

R/: Todos los deseos contrarios al amor hacia nuestro prójimo, y los pensamientos asociados con esos deseos.

P/: ¿Por qué están prohibidos no sólo las malas acciones sino también los malos deseos y pensamientos?

R/: Primero, porque cuando el alma hospeda algún deseo o pensamiento malos, es ya impura a la vista de Dios, e inmerecedora de Él. Como dice Salomón: "Yavé odia los proyectos perversos, la pureza que él espera son las palabras benevolentes." (Prov. 15:26). Por eso debemos purificarnos a nosotros mismos de es-tas impurezas interiores, como enseña el Apóstol San Pablo: "Teniendo, pues, tales promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de toda mancha del cuerpo y del espíritu, haciendo realidad la obra de nuestra santificación en el temor de Dios." (2 Cor. 7:1). Segundo, porque para prevenir actos pecaminosos, es necesario vencer los deseos y pensamientos pecaminosos, de los cuales como de semillas surgen tales acciones. Como está escrito: "Del corazón proceden los malos deseos, asesinatos, adulterios, inmoralidad sexual, robos, mentiras, chismes." (Mat. 15:19); "Cada uno es tentado por su propio deseo, que lo arrastra y lo seduce; el deseo concibe y da a luz al pecado; el pecado crece y, al final, engendra la muerte" (Santiago 1:14-15).

P/: ¿Cuándo se nos prohíbe desear lo de nuestro prójimo, que pasión es condenada?

R/: La envidia.

P/: ¿Qué está prohibido por las palabras: "No codicies la mujer de tu prójimo"?

R/: Todos los pensamientos y deseos lascivos, o adulterio interior.

P/: ¿Qué está prohibido por las palabras: "no codicies la casa de tu prójimo, ni sus campos, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que le pertenezca"?

R/: Todos los pensamientos de avaricia y ambición.

¿La ambición espiritual es buena? No, la ambición espiritual es también ambición. La ambición es la corrupción de un gran don dado al hombre, la entelequia, por medio de la misma, buscamos la superación continua. Cuando el sentido de superación, que nos lleva a la excelencia, la búsqueda de la perfección y la santidad, cambia de sentido, buscamos el definirnos por lo que poseemos y a medida que más poseemos, mas nos sentimos, eso es ambición... la mejor medida en contra de la ambición es la Sagrada Inmutabilidad, conocida por los padres del desierto y los santos locos, como apatehia.Introduce un texto aquí...

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